El presidente de Gobierno y candidato a la reelección por el PSOE ha retenido a un nutrido grupo de trabajadoras y trabajadores de Correos. A ... otro, al que no ha podido cazar, le ha echado lexatines en la taza del desayuno porque, como presidente, sabe dónde desayunamos todas y todos los españoles y tiene ganchos en todos los bares y mano en todas las empresas municipales de gestión del agua, ese con la que nos hacemos el café o nos tomamos una infusión matutina. El principal objetivo de estas artimañas de Pedro Sánchez es que no trabajen y que, por lo tanto, no puedan hacer llegar a la gente el voto por correo. Así es.
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Menos mal que el avispado líder del PP se ha dado cuenta y esta semana ha llamado al orden a los 48.341 empleados con los que cuenta la empresa nacional encargada del servicio postal y les ha dicho que, pese a lo que les haya dicho Sánchez o cualesquiera de sus jefes territoriales que son, por supuesto, amigos de Sánchez, también con cuernos en la cabeza y ojos ensangrentados; que no se queden en casa, ni en el bar, ni se queden de cháchara con la gente como suelen hacer y que se pongan a trabajar –por una vez en sus vidas, le faltó decir– para garantizar que el voto por correo llegue, en tiempo y forma, a la gente y así le desmonta el chiringuito que, según él y en base a sus afirmaciones, habría montado Sánchez para impedir que la gente ejerza su derecho al voto.
¡Menudo es Pedro! Pese a que de sobra es conocido que Alberto Núñez Feijóo es un fervoroso defensor del estatuto de los trabajadores y, parece ser que ahora sí, también de la reforma laboral, ha olvidado los nobles principios del descanso y las horas de trabajo, y ha exhortado a los trabajadores de Correos a estar «mañana, día y noche» yendo por ahí repartiendo votos por correo. La ocasión, considera el dirigente del PP, lo requiere.
Incomprensiblemente, estas insinuaciones de Feijóo sobre la falta de profesionalidad de los trabajadores de Correos y sus dudas sobre las garantías que merece el proceso de voto por correo, no han debido caer muy bien en la empresa postal nacional que ha enviado, no uno, sino dos comunicados en menos de cuatro horas para decirle 'dos cositas' al líder del PP. Una de ellas es que, por increíble que le pueda parecer a Feijóo, en España hay gente que se toma su trabajo con responsabilidad y que lo hace bien.
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Así lo lleva haciendo esta empresa durante hace más de 300 años, cuando los antepasados de Feijóo viajaban en carruaje. Otra de las perlas que ha dicho la empresa Correos al presidente del PP y aspirante a presidente del país es que los trabajadores ya tienen su remuneración acordada y también disponen de su paga extra, con lo que no necesitan que Feijóo les eche una moneda de oro al suelo procedente de su saquito para 'premiar' como señorito a los vasallos cuando se desloman trabajando.
Espero que, después de sus disparates, dudas e insultos, el señorito Feijóo cuente, al menos, con 48.341 votos menos a su favor este 23J por las infames insinuaciones hacia los profesionales de Correos y también espero que los 19.400 profesionales contratados de refuerzo para la plantilla debido a las elecciones generales y al incremento de solicitudes recibidas consideren, como yo, que Feijóo no es bueno para nadie y menos para España.
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