Los mojones de Mongolia
«Uno puede ir al juzgado cuando considere conveniente. Yo iría durante la Semana Santa, que no piso, porque me molesta sobremanera que tamboreen hasta la madrugada y que no pueda circular a pie o en vehículo por donde normalmente sí lo hago»
Cuando la libertad de expresión se empieza a cuestionar la salud de la democracia se debilita y eso, lamentablemente, está sucediendo en nuestra España al ... margen de las censuras que están empezando a imponer las derechas. Con independencia, como digo, de eso, de quitar de la cartelera la peli de dibujos 'Lightyear' o lo último de Ana Belén en los teatros, esta semana me ha llamado la atención la imputación a dos periodistas de la revista Mongolia por una portada en la que, según el nada sospechoso 'sindicato' Manos Limpias, dice que se atenta contra la religión católica porque, en lugar de la cara del niño Jesús junto a María recién parida, sale un emoticono de un excremento sonriente. Eso hiere a los ultracatólicos, a los beatos de despacho, no de misiones ni de ayudar a los más necesitados, sino a los ricos de crucifijos de oro que son quienes quieren imponernos cómo debemos vivir y, por lo visto, de qué nos podemos reír.
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Uno puede ir al juzgado cuando considere conveniente. Yo iría durante la Semana Santa, que no piso, porque me molesta sobremanera que tamboreen hasta la madrugada y que no pueda circular a pie o en vehículo por donde normalmente sí lo hago porque hay gente que ha invadido las calles para sacar a pasear a sus santos. Puedo ir al juzgado con esa chorrada y allí, con lógica, me dirían que el resto de la gente está en su derecho de celebrar una fiesta de la que miles de personas participan aunque a mí no me haga ni la más mínima gracia. Por eso, no voy al juzgado. Lo respeto y tiro por otro sitio.
También iría a la comisaría a decir que estoy hasta las narices de que tenga que soportar pitidos de vehículos y gritos de exacerbados todos los fines de semana de liga española de fútbol. Igual. Voy al juzgado y allí alguien me dice que me tome algo y vaya a casa. Pues creo que eso mismo debería pasarles a los Manos Limpias estos. Pues chico, no compres la revista. No la mires y déjanos en paz. Sin embargo, y aunque espero que no, en algún juzgado alguien impondrá su ideología ultracatólica para decirles que han hecho mal: que no sé cuántos miles de euros y diez avemarías. Ahí está el problema, cuando la ideología se entromete en la cultura; cuando cualquier ideología se entromete en la cultura. La cultura se puede consumir o no.
Personalmente, hay música que no escucho y cuyas letras, por cierto, también serían denunciables por misóginas; hay libros de gente que no leería, otros que leo para reafirmarme, posteriormente, en mis convicciones, o fiestas en las que no participo. Ahí están y el consumo es libre.
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Por eso, creo que cuando se persigue a un medio de comunicación que piensa diferente estamos ante un problema, y serio. También lo estamos cuando se ponen en tela de juicio a los medios de comunicación y la profesionalidad de los periodistas y, sobre todo, a quien no se deja o a quien no se puede comprar. Es lo que ha hecho el PP con Televisión Española a cuyos profesionales no puede comprar porque ya cobran del erario público, y no de Génova, y que quieren y deben trabajar con libertad gobierne quien gobierne, pero eso no es del gusto del PP que rechaza invitaciones a debates y criminaliza a una profesional que puso a Feijóo la cara colorada cuando le dio con sus datos falsos sobre pensiones y otras cuestiones en la cabeza.
Encima, todo el rebaño 'popular' acude en masa a las redes sociales a criticar a alguien por hacer bien su trabajo. Así son. Pero luego, el problema, son los mojones de Mongolia.
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