Mujeres de campo

Lo que intenta la ONU, a través de sus agencias varias, es fijar los objetivos y las medidas que mejoren el trabajo y la vida de las mujeres en todo el mundo. Se trata de detectar las necesidades, las carencias, las injusticias que hacen la vida más difícil a las que viven y trabajan en el campo, señalarlas y proponer mejoras.

Para empezar, se habla de la igualdad de género, una meta que a pesar de que tantas veces se menciona, precisamente en el mundo rural parece aún más lejana. Y eso que, a la hora de trabajar, las mujeres vienen demostrando que son capaces de ejercer todas las faenas, desde tiempos inmemoriales. Lo que falla es la toma de decisiones, pues el sometimiento de las mujeres a los hombres en el mundo rural es casi un tópico, a pesar de toda el agua que ha pasado bajo el puente en otros ámbitos. Es tan fuerte el machismo que aquí en Granada existe la costumbre de que, incluso cuando la propiedad de una finca es de una mujer, los operarios la obvian y se dirigen al marido, de tal manera que algunas suelen recurrir a un pariente o a alguien cercano para dirigir las labores que se requieren. Dan por supuesto que la mujer no tiene ni idea.

Sin embargo, en muchos países menos desarrollados que dependen mucho de la agricultura, las mujeres están demostrando su capacidad para comprender a la tierra y sus frutos. Tanto es así que muchas organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo proyectos de desarrollo rural prefieren a las mujeres como interlocutoras, pues son mucho más eficaces que los hombres y más honradas para gestionar las ayudas que reciben.

Volviendo a nuestra tierra, el día de las mujeres rurales está sirviendo para conocer historias de vida, ejemplos reales sobre el valor de las intervenciones femeninas en la vida del campo y ofrecerles el homenaje de admiración y agradecimiento.

En la Granada vaciada, las mujeres rurales con sus iniciativas están sosteniendo la vida de muchas localidades que sin ellas no lograrían cubrir las necesidades y las carencias. Ahí están, sacando adelante fincas y huertas, llevando los productos que son necesarios para la vida de todos los días, se echan las sacas de correos para repartir las misivas a los lugareños y muchos servicios indispensables.

Tenemos en el mundo rural mucho talento y creatividad en sus mujeres. Con un poquito de apoyo y reconocimiento van a llegar muy lejos.