Una especie de época dorada de la arqueología en nuestra provincia puso al descubierto verdaderos tesoros y nuevos datos sobre nuestro pasado en el mundo ... antiguo. Esto ocurría en los años 80, más o menos, cuando la identidad de los pueblos tenía que ver con la cultura y los restos que había dejado la historia. Lo sé porque lo viví en IDEAL y otras publicaciones, imagínense, hasta la Diputación Provincial tenía un servicio de arqueología, que impulsaba investigaciones, con todo lo que significa tal cosa. Se puede decir que todavía estamos viviendo de las rentas de aquel entusiasmo. En algún momento ese proceso se detuvo y me encantaría pensar que, poco a poco, estaría a punto de resurgir.
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En poco tiempo, hemos conocido varias noticias positivas relacionadas con los vestigios del pasado. En primer lugar, la constatación de que la ciudad romana y antes ibérica de Ilurco sería la segunda ciudad en importancia de la época, en el yacimiento del Cerro de los Infantes, cerca de Pinos Puente. Se creía que el yacimiento en cuestión era mucho más tardío, y ahora se sabe que era una ciudad romana con un foro importante, con calles, templos, centros comerciales, palacetes y edificios oficiales, según ha informado Andrés Adoher, catedrático de nuestra universidad, que dirige la investigación. También están apareciendo restos de importantes villas que estaban en torno a la ciudad, como por ejemplo la de la plaza Rafael Guillén, en el Zaidín, que se sabía que estaba allí desde los años 80. Se trata de una edificación muy interesante, que los arqueólogos han calificado como suntuosa, o sea, más que una casa de labranza. Se han encontrado estancias que podrían pertenecer a un templo dedicado a los misterios mitraicos, mosaicos muy elaborados y hasta un estanque y un jardín. Otra villa ha aparecido en el Realejo también de época romana, dedicada a almazara.
Es posible que una vez terminadas las investigaciones de estos yacimientos, podamos ver los restos, pues se habla de 'ponerlos en valor', de alguna manera que ya veremos en cada caso. Y en este punto, tenemos que tener en cuenta la situación del museo arqueológico de Granada, que ocupa el palacete conocido como Casa de Castril que fue propiedad de la familia de Hernando de Zafra y que, haciendo honor a su lema «esperando la del cielo», es lo que está haciendo desde hace años. El descuido de la Junta de Andalucía, de ahora y la de antes, para con el valioso legado arqueológico de Granada. guardado en cajas a falta de espacio es una vergüenza de las gordas y el historial de absurdos es aún peor.
El último episodio ha sido echar al director del arqueológico, acusándolo de falta de interés, o algo así, cuando el pobre hombre ha hecho lo que ha podido, con poco personal, escaso presupuesto y falta de interés, en este caso, de los políticos de la parte cultural que, por lo que vemos, no es el único conflicto que tienen que solventar, por el bien de nuestro patrimonio histórico y artístico. ¿Cómo vamos a ser ciudad europea de la cultura con estos antecedentes?
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