EFE

Zapatero sigue trabajando

«Lo más hiriente de los festejos de marzo es el paseo triunfal de Zapatero 20 años después de su victoria»

Marcial Vázquez

Politólogo

Jueves, 14 de marzo 2024, 23:22

Cuando escribí sobre la maldición de vivir en una «suciedad (sociedad) de expertos» carecía de un dato definitivo que leí hace pocos días: la existencia ... de filósofos expertos en utopías. Tal era así que entrevistaban a uno para contarnos cómo debían de ser nuestros sueños y deseos. Preferí no leer la entrevista, por higiene mental, pero me di cuenta de que nos falta el master and comander de los expertos: el experto en gilipollas y gilipolleces, que sería como la cima dorada de este siglo de oro de los imbéciles.

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Pero marzo es un mes también maldito para los españoles, al juntarse las efemérides del 11-M, la victoria de Zapatero y el principio del confinamiento, todo ligado a la posterior ruina democrática y social del país y a la muerte de cientos de inocentes, unos por terrorismo y otros por la negligencia criminal de Simon-Illa. La realidad es que la historia de España dio un giro un 11 de marzo, y la putrefacción de la sociedad quedó sellada en el comienzo de los ilegales e inconstitucionales estados de alarma que nos impuso el Gobierno de los comités de expertos fantasmas y el aplauso aborregado y teledirigido a los sanitarios en los balcones. Por supuesto que yo jamás salí a aplaudir ni una sola vez, pero tuve que soportar a los que se tomaban esa cita de las 8 de la tarde como una excusa para ponernos a través de los altavoces de sus minicadenas una serie de canciones insoportables. La etapa del confinamiento fue dura, indigna y una pesadilla para olvidar; pues bien, desde Moncloa se han empeñado en recordarla como si fuera algún motivo de celebración, para que nos hagamos una idea de los sociópatas que están al frente de nuestro destino.

Con todo, lo más hiriente de los festejos de marzo es el paseo triunfal de Zapatero 20 años después de su victoria, y cómo la izquierda trampista ha utilizado el aniversario de la masacre en Atocha de una forma tan infecta y virulenta que el PP del centrismo soplagaitas ha sido incapaz de responder, como de costumbre. El partido socialista ha pasado en dos décadas de «España no se merece un gobierno que les mienta», a España se merece un gobierno que no hace otra cosa que mentir, al que solo le importa el recuerdo del 11-M como antesala del pregón triunfal zapateril y para culpar a Aznar de las casi 200 muertes provocadas por los terroristas. Ahí sigue Zapatero dándole lecciones hasta a Felipe González mientras disfruta con sus negocios con la tiranía criminal de Venezuela.

Sinceramente, no sé si el destino de este país habría sido diferente de no llegar Zapatero al poder. Nadie sabe si 4 años después habría surgido otro ZP o el PSOE hubiese tomado una deriva mayor al ver que no ganaba unas elecciones Generales en lustros. Lo más probable es que sin Zapatero no hubiese existido la posterior podredumbre del socialismo que termina en la autocracia iletrada de Pedro Tramp; pero el destino escribe siempre con renglones torcidos. No hay más que recordar a Casado, ese tipo que se veía ya en la Moncloa y que tuvo la genial idea de utilizar la munición del enemigo para intentar cargarse a su propio mayor activo, la presidenta de Madrid.

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Viendo la vitalidad de Zapatero, uno debe pedir- no sé si como utopía, no he consultado a ningún experto- que la vida pública de Pedro una vez fuera del poder no sea tan arrolladora. Imaginemos todo el daño que pueden seguir haciendo ZP y PT desde el despacho de su casa. A Aznar casi lo expulsan del PP, y volvió al redil cuando ya dejó de tener influencia alguna en las bodas y comuniones del partido. La izquierda jamás le perdonará su mayoría absoluta del 2000 y siempre le perseguirán por el 11-M y la guerra de Irak, sin nadie en su propio bando que tenga ganas de defenderlo.

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