Santos Cerdán es inocente de todo lo que se le acusa. José Luis Ábalos, también. Koldo era un simple mandado. Grande como un oso pardo ... y con una inesperada habilidad para el uso de las grabadoras, pero un mandado. Y hasta ahí.
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La Guardia Civil es de derechas, véase Antonio Tejero, y rabia cada vez que un socialista coge el volante de la nación, así que no ceja hasta encontrar pruebas de supuestas corrupciones y, si no existen, se las inventa o le mete al ministro a una prostituta amiga en Adif para echarle después todas las culpas. Los jueces son todos de derechas. La mayoría son hijos de jueces o de gente con dinero que puede costear cinco años al niño mientras estudia. Y si no estudia, tampoco importa porque en el tribunal seguro que conocen a algún amigo magistrado que los apadrina. Desde esa posición de poder para la que el pueblo no les ha elegido, dedican buena parte de su ejercicio profesional a perseguir a los progresistas y a perpetuar el estatus de los poderosos. Por eso vamos a cambiar el sistema de acceso a la judicatura, para de-mo-cra-ti-zar-lo, pues el procedimiento actual seguro que viene de Franco. Y nos quedamos cortos. Bien haríamos en copiar el modelo recién instaurado en México donde es el pueblo el que vota para elegir a los magistrados. Que hable el pueblo. No hay nada más democrático que eso. Siempre que el pueblo diga lo que nosotros queramos, ojo.
Y vayamos con los periodistas, la tercera pata de esta conspiración fascista que se ha propuesto arrebatarnos el poder y entregar a España al PP y a Vox, lo que equivale a volver de un plumazo a la posguerra, y enterrar así este simpático gobierno sostenido entre otros por Bildu y la extrema derecha catalana. Los periodistas suelen ser gente más tirando a roja pero los que cortan el bacalao en los periódicos importantes, los opinadores, los contertulios de radio y televisión llamados a orientar al populacho sobre lo que ocurre son todos fachas. En estos días se afanan por arrojar paladas y paladas de fango sobre el gobierno amparándose en un informe de la UCO que a la postre resultará fallido. Y es fake porque alumbra una panorama de corrupción incompatible con la rectitud de nuestro presidente, que llegó a la Moncloa para limpiar la podredumbre de la derecha. Lo dijo muy bien Gabriel Rufián: la izquierda no puede robar. Eso son cosas de la derecha. De la derecha y del líder de su partido, condenado por robar el dinero de los catalanes para organizar un referéndum fake.
Lo de Cerdán, Ábalos y Koldo da mucho asco y mucha vergüenza, pero más todavía dan quienes le atribuyen alguna responsabilidad a Pedro, que a esta hora a lo mejor no ha comido. En fin, hay que impedir a toda costa que los españoles den el Gobierno a la derecha. No puede llegar a la Moncloa. Incluso aunque así lo quieran los españoles. Qué sabrán ellos.
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