Novela gráfica y educación

Tal recurso no debería desaprovecharse. Se nos presenta una riquísima oportunidad con la que trabajar, saliendo de las rutinas tradicionales y logrando la atención del alumno en el aula, como se ha demostrado en varias investigaciones universitarias recientes. Cualquier asignatura puede tener a su alcance alguna publicación de este tipo para convertirse en aprendizaje e instrumento de conocimiento activo.

Recientemente he tenido la suerte de compartir una presentación de la novela gráfica 'República', del italiano Claudio Stassi. Nos adentra la trama en una etapa de la historia reciente de España protagonizada por quienes siguieron defendiendo un logro inaudito en nuestro país como fue el de una república democrática por parte de los maquis y su represión desde el gobierno que impulsó un golpe de estado y una cruenta guerra entre vecinos.

Ese hecho, por el cual se pasa de puntillas en nuestro sistema educativo, porque tal vez no sabemos o no queremos pararnos a explicarlo, ha generado un sorprendente olvido que genera tergiversaciones y aprovechamientos espurios de quienes intentan blanquear el periodo como un logro y a través de los limitados e intencionados mensajes en redes y la repetición de intencionados «popes» ultras que lo predican entre los más jóvenes, el mensaje va calando pese a su carga de falsedad malintencionada.

He tenido la suerte de leer hace poco la extraordinaria novela gráfica 'Franco', de José Pablo García, basada en la biografía que realizara Paul Preston. Sin lugar a dudas, la primera apreciación que me acompañaba durante su lectura era la capacidad didáctica que ofrecía para conocer ese periodo, mucho más potente y eficaz que cualquier libro al uso.

Y esta me hizo recordar la magnífica historia que sobre memoria histórica nos ofrece 'Los surcos del azar' de uno de nuestros mejores autores nacionales del género, Paco Roca.

Se podría añadir 'El arte de volar' y 'El ala rota' de Antonio Altarriba y Kim, una dolorosa experiencia familiar que sirve de excusa para analizar la sociedad de posguerra. También resultaría interesante la oportunidad para conocer ese momento a través de Carlos Giménez y su serie de novelas gráficas bajo el genérico 'Paracuellos', que enfocan sobre la vida de niños que viven en hogares de Auxilio Social.

O la versión que del relato de su padre, callado durante decenios, ha realizado a lo largo de diez años el dibujante Francisco Gallardo, que perteneció «al bando de los que nunca habían tenido, ni tenían nada, es decir, en el bando de los que perdieron».

Existen más, pero si tuviéramos la oportunidad de que el alumnado pudiera leer esas obras y el profesorado fuese capaz de relacionar ese periodo con la realidad que vivimos, seguro que tendríamos mejores ciudadanos y menos crispación.