El malestar es un problema colectivo

La Carrera ·

María Jesús Martín González

Viernes, 13 de enero 2023, 23:02

Es vital conocer nuestra relación con el mundo, porque son muchas las manipulaciones que impactan en una sociedad individualizada y poco crítica, porque la banalización ... de los contenidos informativos es escandalosa, está servida de píldoras digestibles para quienes solo quieren distraerse y por tanto son más manejables. En tiempos de crisis como los actuales, no hay actitud que resulte más arriesgada que ignorar activamente la saturación política y socioeconómica del entorno. Han logrado desinformación y desmantelamiento de lo colectivo. Artal escribe, «subirse hacia una vida mejor necesita que se erradiquen las conductas antisociales como se dan en política, economía, justicia, la información o la inmadurez colectiva para que los avances sean para la mayoría».

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Si los beneficios empresariales crecieron un 42%, son datos de la agencia tributaria, recogidos de las declaraciones del iva de 1,1 millón de empresas, que ganaron casi 21.000 millones de euros más, pero los salarios comienzan 2023, seis puntos por debajo de la inflación. En 2022 se registraron 2500 convenios menos que en 2019, para este año hay pendientes de negociación 1223 convenios. Por eso Unai Sordo ha tachado de irresponsable a la CEOE por su rechazo al frustrado pacto de rentas, para que sean los salarios y los recursos públicos quienes paguen el pato de la inflación. De verdad, ¿hay extrañeza que hoy las personas que trabajan rechacen empleos esclavos y mal pagados? Tenemos un mundo más allá del trabajo que ganar.

El malestar es un problema colectivo, a veces es difícil imaginarse algo mejor, sobre todo si se ha cambiado tres veces de barrio. ¿Cómo han pensado conocer las candidaturas las dificultades del día a día? La ciudadanía rechaza que siga siendo una ciudad desigual, los barrios así lo muestran y ya lo dijeron porque se juegan años de vida, exige una gobernanza inclusiva, igualitaria y que como ciudad avance también en su economía. Ciudadanía que quiere saber cómo funciona el ciclo del agua, cuántos litros se pierden, conocer su patrón de consumo, invertir en nuevas infraestructuras, si se ha pensado en cómo refrescar la ciudad, sigue faltando mucho arbolado que también será vital para el calor. Cuándo se definirá la zona de bajas emisiones. De nuevo la ciudadanía va a elegir en qué ciudad quiere vivir, que significa que además de trabajar y comprar, pueda pasear, sentarse a hablar con otras personas, descansar. De momento al recorrer las calles, no se observan transformaciones para generar calles más amables para las personas. Cómo se ha pensado mejorar la ciudad sin que se acabe expulsando a los colectivos sociales más vulnerables y sin especulación inmobiliaria. Qué ofrecerá la ciudad a las personas que se sienten solas. Qué hará para que sea una ciudad de derechos y no de caridad.

Yayo Herrera nos dice que son los derechos colectivos. No son individuales, si no que afectan a grupos de personas. Son, por ejemplo, el derecho a un medio ambiente sano, a la paz y a la autodeterminación de los pueblos. Derechos humanos de tercera generación.

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