Puerta Purchena

Perros

«No sé yo si el interés por proteger a los perros no se está pasando de frenada. Pienso en la prohibición de dejar al perrito en la puerta de la farmacia, por ejemplo, mientras se hace una retirada de medicamentos. ¿Qué alternativa hay para ellos? ¿Contratar a un lacayo para eso?»

Juan Teruel

Periodista

Viernes, 24 de noviembre 2023, 21:56

Si hay un animal de compañía que se pueda considerar como tal, no cabe duda de que es el perro. Los que hemos tenido la ... ocasión de criar alguno y de compartir con él bastantes horas, hemos aprendido mucho de su comportamiento. A mí no se me puede olvidar la figura de mi Goomer, al que recogí un día en el portal de mi edificio, por donde andaba extraviado. Al final tuve la suerte de que me lo cedieran. Tampoco puedo dejar de recordar su ayuda cuando había que acompañar a Mari Lola mientras yo cumplía con mi compromiso laboral. Y ahora es Curro el que se me lanza dando saltos cuando me ve aparecer por el piso de mi hijo en Madrid.

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De modo que siento una gran simpatía por este animal, aunque mis circunstancias me impidan beneficiarme de la compañía de uno. Por eso, ha sido leer en IDEAL una noticia sobre la detención de un veterinario en Úbeda y ponerme en contacto con mi amigo el doctor Villamor. El asunto tiene que ver con la amputación ilegal de orejas y rabo a unos cuantos ejemplares en Andalucía (se salvan Cádiz y Huelva), cuatro de ellos en Almería. El motivo ha sido que el detenido anotaba en la cartilla sanitaria de estos animales que procedía amputar, bajo anestesia, tanto orejas como rabo. Esto sin verlos y además contraviniendo una ley promulgada en febrero de 2018.

Por lo que me dice mi amigo, la práctica de cortar orejas y rabo a los perros data de la época romana, en la que los canes eran utilizados para la cacería y para la guerra. Los motivos que se han alegado siempre para proceder a estas amputaciones tienen que ver con la prevención de que los animales de caza pudieran accidentarse entre las zarzas u otros arbustos. Los motivos estéticos –por los que también se procedía a estas mutilaciones- son los que figuran expresamente castigados por la ley anteriormente citada. Sobre el corte de las orejas, el doctor Villamor me aporta información pertinente. Resulta que, si bien la AVMA (American Veterinarian Medical Asociaton) ha sugerido que los perros con orejas recortadas tienen menos probabilidades de sufrir infecciones del canal auditivo, no hay evidencia de que el corte prevenga o trate dichas infecciones con éxito. También se ha sugerido que el corte evita lesiones de oído o mejora la audición, aunque tampoco hay evidencias claras que justifiquen estas afirmaciones.

Aparte de las cuestiones técnicas, no sé yo si el interés por proteger a los perros no se está pasando de frenada. Pienso en la prohibición de dejar al perrito en la puerta de la farmacia, por ejemplo, mientras se hace una retirada de medicamentos. ¿Qué alternativa hay para ellos? ¿Contratar a un lacayo para eso?

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Por otra parte, ¿quién autoriza la perforación de las orejas a una criatura recién nacida para que luego luzca unos pendientes? ¿O la mutilación genital cuando pudiera resultar indeseable algunos años después? Digo yo que, también y preferentemente, esas deberían ser cuestiones éticas que hubieran de tenerse en cuenta.

No seré yo quien se atreva a cuestionar las leyes, Dios me libre. Pero tal vez el legislador debería hacer unas mayores reflexiones antes de emitir unos dictámenes que obligarán a muchas personas. Y cuyos beneficios para los perros podrían discutirse.

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Otra cosa es castigar las malas prácticas.

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