Halterofilia

El caso es que me creo en la obligación de destacar un hecho del que daba cuenta IDEAL: Almería destaca en la halterofilia nacional tras un encuentro celebrado en Huércal el pasado fin de semana. Pero, si me he fijado en él, es por lo que tiene de minoritario este mundo del que -dicho sea de paso- no sé una patata.

Por otro lado, la vida cotidiana está llena de acontecimientos que no tienen ninguna relevancia informativa, pero que son importantísimos para las personas que los protagonizan. Ya dentro de los deportes en Almería, todo lo que no sea fútbol -también algo de balón-cesto, vóley y poco más- pasa del todo inadvertido para la gente.

De modo que personas que se esfuerzan cada día y llegan a adquirir un nivel que los hace destacar en el contexto nacional pasan entre nosotros, sin que nadie los conozca ni los valore. No sé si podrá encontrarse una actividad deportiva que se ajuste más a este modelo que la halterofilia. Por eso me ha llamado la atención que dos hermanos apellidados Sánchez hayan obtenido sendas medallas de oro. Por ejemplo. Y que lo hayan conseguido trabajando duramente en su club de El Ejido. Porque -esta es otra cuestión- la halterofilia es una actividad que no remunera suficientemente a sus practicantes, si es que algo les dan por ello, que lo dudo. De modo que el que se dedica a esto tiene que simultanear su dedicación altruista con el ejercicio de un trabajo remunerado. Y, naturalmente, sin olvidar las exigencias familiares que le correspondan.

Almería, por otra parte, no suele aparecer en las noticias deportivas del país, salvo por la actividad futbolera. Hubo otra época en que sí era destacado su papel en el mundo deportivo, gracias al boxeo (en una ocasión, de los doce seleccionados nacionales, diez eran de Almería). Incluso los que no somos aficionados a este deporte, recordamos nombres como Rodríguez o Bisbal. Y sabíamos de la concentración de los aficionados en espacios como el Tiro Nacional o la terraza Variedades, por nombrar dos de los emplazamientos habituales de los cuadriláteros. Tampoco olvidamos el notable movimiento de aficionados dirigiéndose a los lugares donde se celebraban los combates.

Pero la halterofilia constituye una práctica deportiva que -salvo la notable acogida registrada en Huércal esta vez- transcurre como un susurro entre nosotros, ocupando un espacio mínimo en los periódicos. De ahí que tengamos que agradecer a V.A. y a IDEAL que nos hayan dado cuenta de las hazañas de David y Manuel Sánchez, pero también de José Luis Muñoz y Nadia Morillas, que igualmente fueron premiados con el oro por su actuación en Huércal.

El encuentro entre los halteras nacionales -tanto masculinos como femeninos- celebrado en nuestra provincia tenía además la relevancia de jugarse la clasificación de cara al título mundial que se decidirá en Arabia Saudí, así como la participación en las próximas olimpiadas de París.

Por cierto, a Almería no venía una competición de este tipo desde 1991. Ya era hora.