Cuando en una sociedad el sector público es potente, las clases más deprimidas salen beneficiadas. Cuando eso ocurre, hay una educación pública de calidad; un ... buen servicio de sanidad; una red de servicios sociales amplia; una vivienda accesible; y un sistema de ayudas para los que no tienen empleo. Esto se llama Estado de Bienestar, que algunos mandatarios actuales denigran y rechazan, en pro de un neoliberalismo inhumano, donde rige la ley de la selva.
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Como afirma Victoria Camps, a raíz de la publicación de su último libro, 'La sociedad de la desconfianza', el Estado del Bienestar tuvo unos años gloriosos después de la Segunda Guerra Mundial, y empezó a declinar en los años ochenta con los gobiernos de Thatcher y Reagan y el comienzo del neoliberalismo, que hoy es «pecatta minuta» con lo que nos está viniendo en este momento, con líderes como Trump o Milei. Hoy, el modelo social se ha estancado y, cada vez más Estados no hacen frente a las necesidades sociales.
En Andalucía, se están deteriorando ciertos servicios públicos. En apenas unos meses, se han aprobado cuatro universidades privadas: Fernando III, Utamed, Alfonso X el Sabio, y la Universidad Europea. Precisamente, la Alfonso X es la beneficiada para impartir el grado de Inteligencia Artificial que se le negó a la Universidad de Granada, aun siendo ésta un referente universitario a nivel mundial. Por otra parte, el grado de Ingeniería Biomédica, que impartirán conjuntamente las Universidades de Jaén y Granada, y que la Junta rechazó, se le ha concedido a la Universidad privada Loyola. Menos mal que la Comisión Permanente del Consejo de Universidades, dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, aprobó, al final, los estudios de IA y Biotecnología denegados por la Junta, tras los recursos presentados por la UGR, y podrán impartirse el próximo año.
Esta expansión de las Universidades privadas, en detrimento de las públicas, ha sido motivo de duras críticas por sus Rectores, quienes acusan a la Junta de acelerar «una estrategia de privatización y mercantilización del derecho a la educación superior, lo cual contrasta con la creciente asfixia a la que el Gobierno de la Junta somete a los centros públicos…, (pues) esta escalada privatizadora se retroalimenta con esa asfixia a la que se está sometiendo a nuestras instituciones por diferentes vías, lo cual conlleva que el sistema universitario no sea garantía de igualdad de oportunidades, sino que sirve para perpetuar y acrecentar las desigualdades sociales».
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Al tema de la discriminación universitaria, se une el malestar surgido con la sanidad pública, a raíz de que 2.000 mujeres, según la propia Junta, han sufrido retrasos en la detección precoz del cáncer de mama, debido a que un fallo en el circuito asistencial dejó durante meses, incluso años, sin respuesta, pruebas que requerían un seguimiento. ¿Cómo es posible que con presupuestos sanitarios tan elevados se produzcan estos fallos tan graves en programas preventivos básicos? Según estimaciones sindicales, casi la mitad del aumento del presupuesto de este año en salud se desvía a conciertos con la sanidad privada, siendo en 2025 el valor de estos de 500 millones, con un incremento superior al 20% respecto al año anterior, con lo que el incremento del presupuesto, afirman, se traduce en menos dinero real para reforzar plantillas, infraestructuras y programas de prevención.
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