Durante diez días, multitud de personas inundarán las calles de Granada para celebrar la 41º Feria del Libro de Granada. Tras el magnífico pregón de ... Juan Vida, gran pintor granadino, comenzó un auténtico apogeo de la cultura. La Noche en Blanco, la Feria del Libro, el Festival Internacional de Poesía, los libros, las conferencias, los debates, los cómics y los juegos, sacaron a la calle a miles de granadinos, durante el fin de semana pasada. Uno de los grandes libros presentados fue 'Que el corazón no se pase de moda', de mi buen amigo Manolo Martín, Defensor del Ciudadano, que encierra su honda y coherente filosofía: solo amando, acertamos a vivir.
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Esta 41º feria ha consolidado su compromiso con los más jóvenes y con la educación, al ser conscientes, sus organizadores, de que el ansia de leer prende en la infancia; después, es más difícil. Por eso, en este certamen se han organizado actividades escolares para todas la edades y etapas educativas, desde infantil hasta secundaria. En esta labor organizativa se han unido más de veinte asociaciones culturales, empresas privadas e instituciones públicas.
Los jóvenes de hoy, debido a la competencia de las nuevas tecnologías, suelen abandonar la lectura, cuando los niños que no saben leer, porque no captan el sentido de lo leído, tienen serias dificultades de aprendizaje: mala ortografía, falta de comprensión lectora, incultura, y pocas habilidades comunicativas. Además, la lectura nos hace más tolerantes, más comprensivos, más libres, más críticos, menos localistas y más universales. Por otra parte, la lectura es una actividad tranquila y silenciosa que les ayuda a calmar su ansiedad y su estrés. En definitiva, la lectura los hace mejores estudiantes, pero, también, mejores ciudadanos, pues les permite reflexionar, ser críticos y comunicativos, es decir, más sociables.
Cada día es más necesaria la lectura dentro de clase, para que el profesor enseñe a sus alumnos a leer, a comprender y analizar lo leído, y a hacerlo vida. Es decir, el profesor debe fomentar en el aula el hábito de la lectura, para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es tan importante la lectura que, según los últimos estudios del programa PISA, la mayor parte de los alumnos aventajados (el 72%) declaró leer diariamente por placer, los cuales tienen una puntuación superior a un año y medio de escolarización a los que no leen, en competencia lectora. También la Sociedad Española de Neurología recomienda la lectura pues «un cerebro activo realiza mejor sus funciones, incrementa la rapidez de la respuesta, y está obligado a pensar, ordenar ideas, interrelacionar conceptos, ejercitar la memoria, e imaginar, lo que permite mejorar nuestra capacidad intelectual, estimulando nuestras neuronas».
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Según las normas educativas vigentes, la lectura debe ser una habilidad lingüística que se desarrolle en todas las asignaturas, y con ella se trata de adquirir la competencia lectora necesaria para acceder a las fuentes de información (una lectura instrumental), así como practicar la lectura como fuente de enriquecimiento personal (una lectura literaria).
Como afirma Hannah Arendt, la lectura tiene un claro componente social: Lo importante de la lectura no es que con ella se entienda el mundo, sino que nos entendamos con los demás hombres, con lo que se renuncia a utilizarlos y dominarlos.
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