Puerta Real

El acoso escolar produce estragos

Sandra Peña, una menor de 14 años, se suicida, tras el acoso sufrido

Juan Santaella

Granada

Miércoles, 22 de octubre 2025, 23:10

El acoso escolar es el maltrato verbal, físico o psicológico reiterado contra un compañero. Sandra Peña, alumna del Colegio Irlandesas Loreto de Sevilla, fue sometida ... a acoso por unas compañeras de clase, y tras denunciar su situación, ella y sus padres, por escrito, acompañado de un informe psicológico, en dos ocasiones, sin ser atendidos, se suicidó el pasado 14 de octubre, porque ya no aguantaba las burlas y la deshumanización de que era objeto.

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Hablamos de bullying no por una agresión puntual, sino cuando se produce reiteración en las acciones, intencionalidad de humillar y desequilibrio de poder; y sus efectos, si estamos atentos a los niños, suelen ser ostensibles: cambios de comportamiento; miedo a volver al colegio; llantos o enfados sin motivo; insomnio y pesadillas; dolores de cabeza, de estómago, y vómitos; bajo rendimiento académico; tristeza, ansiedad o aislamiento; autolesiones, en casos más graves…

Para hacer frente a esta situación, en Andalucía se aplica un protocolo de actuación, regulado por Orden de 20 de junio de 2011, cuyas fases principales son: comunicación al tutor o al equipo directivo; reunión de éste para iniciar el expediente (levantará acta y se la enviará a la Inspección); aplicar medidas inmediatas para proteger al alumno afectado y aislar al agresor; información a las familias; recogida de información; medidas disciplinarias; trasladar el informe final a la Comisión de Convivencia del Centro y a la Inspección; y seguimiento posterior del caso.

Lo lógico es que para realizar todas las acciones, de forma rápida y contundente, se nombre a un instructor que elaborará un informe exhaustivo en el menor tiempo posible (a mí me tocó realizar más de una vez esta tarea, y descubrí, en algún caso, la maldad del agresor o agresores, y el daño tan profundo que producen).

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Según la Fundación ANAR, el 12,3% del alumnado de la ESO sufren acoso escolar, ya sea presencial, ciberbullying o de ambas formas; siendo los más comunes los insultos, los motes y las burlas (87,6%).

Tras todo acosador se esconde una profunda frustración personal, una inadaptación social o una percepción hostil del mundo exterior, sin tener unos principios morales sólidos de acuerdo con los cuales encauzar y ordenar esas contradicciones internas. Además, lo más lacerante del acoso es que el 88% de las veces ocurre delante de los propios compañeros que o bien se ríen o se callan.

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El movilizar a esos testigos mudos en defensores activos del acosado es la clave del éxito alcanzado en Finlandia mediante el método activo KiVa, que ha eliminado el acoso escolar en el 79% de los colegios. Este programa tan novedoso ha llevado la paz y la concordia a las aulas. Según la creadora del mismo, Cristina Salvimalli, psicóloga de la Universidad de Turku (Finlandia), «si ser cruel suele ser rentable en términos de popularidad, nuestro método le da la vuelta a esa premisa y consigue que el acosador quede desacreditado ante el grupo». Se trata de generar una nueva dinámica en el grupo de alumnos, para que dejen de ser pasivos, y corrijan el acoso en cuanto éste se produzca. Úrsula, alumna del programa, afirmaba: «Si no haces nada mientras ves que a un compañero le están haciendo la vida imposible, es como si estuvieras de acuerdo. Eso es tan malo como acosar».

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