El acuerdo comercial UE-Mercosur representa un hito estratégico para la agricultura europea. Este pacto, que elimina barreras arancelarias y simplifica las exportaciones, abre nuevas ... oportunidades para productos clave como el aceite de oliva, el vino, las frutas, las verduras. Como defensor de la innovación en el sector agrícola, estoy convencido de que este acuerdo es un catalizador para la prosperidad de nuestros agricultores y cooperativas y, por ende, de su competitividad. Francia ha mostrado su oposición, no solo por las importaciones de carne, sino por el impacto geopolítico: la UE busca consolidar su influencia frente a Estados Unidos y China, lo que contrasta con el localismo ultranacionalista francés manifestándose desde hace 20 años. Una oportunidad para países que quieren exportar y modernizarse.
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Aceite de oliva: el Oro líquido gana terreno
El aceite de oliva europeo, reconocido por su calidad, enfrenta actualmente un arancel del 10% en Mercosur, lo que limita su competitividad en mercados como Brasil y Argentina. Este acuerdo eliminará dichos aranceles, permitiendo a nuestras cooperativas y empresas ofrecer un producto más competitivo en mercados donde crece el interés por la dieta mediterránea. Es una estrategia en dirección opuesta a los planes de Trump, que impone aranceles al aceite de oliva europeo.
En cifras, las exportaciones de aceite de oliva, valoradas en 485 millones de euros en 2022, podrían aumentar un 35%, abriendo oportunidades significativas para cooperativas pequeñas y medianas. Este crecimiento fortalecerá nuestro liderazgo como proveedores de aceite de oliva de alta calidad en Mercosur.
El vino: expansión global
El vino europeo también se beneficiará de la eliminación de aranceles de hasta el 35% en Mercosur, lo que facilitará la entrada de denominaciones de origen como Rioja, Ribera del Duero, Montilla-Moriles, Vinos de Granada , Cava, Champagne y Chianti. Con exportaciones valoradas en 221 millones de euros en 2022, se prevé que las cifras se dupliquen en el corto plazo.
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Además, el acuerdo refuerza la protección de indicaciones geográficas protegidas, asegurando que los productos europeos sean reconocidos por su autenticidad y calidad en mercados internacionales. Este factor es clave para consolidar la posición de los vinos europeos como productos exclusivos y de lujo.
Frutas, verduras y arroz: nuevas fronteras
La reducción de barreras administrativas permitirá una exportación más ágil de frutas y verduras europeas hacia Mercosur, satisfaciendo la creciente demanda de productos frescos. Por otro lado, el arroz europeo, un cultivo estratégico, se beneficiará de condiciones reguladas que garantizarán la competitividad frente a las importaciones de Mercosur.
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La ganadería
Uno de los sectores más afectados será el de la carne de res, ya que el acuerdo permite la entrada de 99.000 toneladas de carne de Mercosur con aranceles reducidos. Esto genera preocupación entre los ganaderos europeos, especialmente en Francia, que producen bajo estrictos estándares de calidad y sostenibilidad y temen no poder competir en precio. La inspección de estándares de bienestar animal es clave. Éste es un tema que requiere atención para evitar un impacto desproporcionado en un sector fundamental para la economía rural europea.
Medidas de control y sostenibilidad
El acuerdo no solo elimina barreras, sino que refuerza los estándares europeos de calidad, seguridad alimentaria y sostenibilidad. A partir de 2025, solo se aceptarán importaciones libres de deforestación, un compromiso que la UE supervisará mediante auditorías y controles estrictos. Además, se ha incluido una cláusula de salvaguarda que permite limitar importaciones en caso de que afecten gravemente a los productores europeos.
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Un balance estratégico
Aunque sectores como la ganadería, el arroz y el azúcar enfrentan desafíos, el acuerdo UE-Mercosur es una oportunidad histórica para el agro europeo. Permite consolidar nuestro liderazgo en mercados internacionales y refuerza la competitividad de productos europeos de alta calidad. Al mismo tiempo, posiciona a Europa como un actor geopolítico clave, ampliando su influencia global frente a otras potencias.
El acuerdo UE-Mercosur garantiza que todos los productos importados cumplan con los estrictos estándares europeos de seguridad alimentaria y calidad mediante controles rigurosos, auditorías y requisitos de etiquetado transparente. Además, protege más de 350 indicaciones geográficas europeas y establece cuotas estrictas para productos sensibles como la carne y el azúcar. También fija mecanismos de supervisión conjunta para garantizar el cumplimiento de todas las normas y resolver disputas. Estas medidas aseguran un comercio equilibrado, seguro y sostenible.
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El acuerdo UE-Mercosur, lejos de contradecir los compromisos climáticos europeos, refuerza las normativas de sostenibilidad al exigir que todos los productos importados cumplan estrictos estándares ambientales.
Ahora, más que nunca, es fundamental que agricultores, cooperativas y gobiernos trabajen juntos para aprovechar este acuerdo y garantizar que sus beneficios se traduzcan en desarrollo y prosperidad para el campo europeo.
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