Granada podría encabezar el campo de la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico relacionado con ella. Muchas son las empresas que han mostrado su voluntad ... de afincarse aquí. Las inversiones estatales están siendo importantes; las palabras políticas acompañan este hábitat que está comenzando a formarse, con el esfuerzo de muchas entidades y personas. La Universidad de Granada es una de las mayores apostantes en este discurso y en estas obras de progreso desde los ángulos que le corresponden: conocimiento y capacitación del personal técnico que ha de desarrollar proyectos que se ejecuten. La voluntad parecía venir acompañada de hechos, que son amores. Pero la sorpresa acaba de saltar con la denegación de estudios universitarios que permitan formarse aquí a esos futuros trabajadores.
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Esto nos hace un daño irreversible, puesto que aquellas empresas pueden asentarse donde sí habrá en un futuro inmediato mano de obra cualificada. Da la casualidad, otra vez, que Málaga se adelanta y cuenta con estos estudios a través de una de las universidades privadas que la Junta de Andalucía, gobernada por el PP, ese que aquí llaman Juanma, está poniendo en marcha, concretamente la Alfonso X El Sabio, a la que el PP autorizó el grado que a la UGR niega.
Nuestra Universidad se ve dañada desde lo público, que apuesta por lo privado. No todo es derivar dinero a la privada, no todo es rebajar los presupuestos a la pública, que lo hacen; también está en darle las mejores herramientas a la privada, herramientas que pagamos todos, que servirán para tomar la fuerza y prestancia que se le quita a la pública de cara al futuro, de la universidad, de la sociedad granadina y su desarrollo. Del cinismo del consejero de universidades y de Juanma hablaremos otro día.
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