Los días feriados que gusta decir a Carlos Herrera –que por cierto, fue un brillante pregonero del Corpus– me suelen producir en el caletre recuerdos ... varios desde que veo las Carocas y tengo muy presente al que fuera 'Quintillero Mayor' el inolvidable Ladrón de Guevara. Ver salir a las calles cabezudos y gigantes y a la Santa Marta dominando al reptil maligno más conocido como la Tarasca y ese itinerario abarrotado de niños y mayores que nos recuerda por el gentío la cabalgata de Reyes Magos, emociona. El Centro histórico está prácticamente despoblado, salvo esos apartamentos Airbnb que acogen al turismo que imanta la ciudad de la Alhambra, porque las nuevas generaciones han optado por marcharse a la diáspora, fuera de la zona de bajas emisiones. La juventud desde hace años aspira a vivir entre césped y piscina para soportar el tórrido verano, sin descartar el sobresalto que puede originar algún amigo de lo ajeno, pese a tener la casita blindada con sistema de alarma, conectado a centrales receptoras, seguridad híbrida y vigilancia remota. Pero saltan la reja, no solo en Almonte, ¡eh!
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Los núcleos poblacionales que dan vida a los barrios mantienen con virtuoso ánimo las fiestas tradicionales –que sería sin ellos– como el Corpus, la más antigua y regia celebración que ordenaron los ínclitos reyes. No parece decaer el ánimo, por lo que leo en este periódico que es el suyo. Se incorporan nuevas generaciones a la conmemoración para seguir el lema real, que es una forma de impulsar, consolidar y proyectar nuestras fiestas mayores, sin llegar a divertirse como un demente. Por fin, ya era hora, el real de Almanjáyar ha estrenado nueva portada, excelente, muy acertada. Y la familia casetera se ha esmerado en lucir sus mejores exornos y la más exquisita gastronomía con antiguos y modernos ingredientes para soportar alimentado el ir y venir de la natural algarabía.
Allí hemos descubierto este año un elixir novedoso para aguantar en estado de gracia las horas del ferial de piso albero. Declaran sus alquimistas que supera al rebujito. Feliz iniciativa la de recuperar a los Seises para acompañar al Santísimo. Esperemos que, en esta ocasión, permanezcan en el tiempo con la bendición del prelado Gil Tamayo y para honra de Pilar Bertos y Juan Bedmar, especialmente, que siempre lucharon por el resurgir de esta histórica tradición. Comenta la distinguida con el premio de poesía García Lorca, la mejicana Coral Bracho, que en Granada no ha percibido la 'malafollá'. Es cuestión de pasar una temporada por estos pagos. Se trata de un virus genético molesto pero no es mortal. Y una Misa de Bach para inaugurar el mayor acontecimiento cultural de Granada en recuerdo del maestro Gómez Martínez, que brilló en el Carlos V con la presencia de Alessandra, que tanto hizo por Miguel Ángel y tanto hace porque siga viva su memoria. Y el Fandi, por la puerta grande de la monumental, fue a contárselo a Frascuelo.
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