Puerta Purchena

Media tostada

«Antes entraba un cliente por la puerta y antes de llegar a su mesa o a la barra ya tenía puesto lo que acostumbraba a tomar»

José María Granados

Almería

Miércoles, 11 de junio 2025, 23:43

Pepe 'El Tomillero' comprueba en el calendario que llevamos los días que llevamos de junio, el sexto mes del año, e informa que en el ... ecuador de 2025 ha borrado de sus puntos de encuentro matinal otras tantas cafeterías almerienses, las mismas que no han superado el mínimo nivel que, como cliente, se ha marcado. En los seis casos el motivo de tacharlas de su guía es el no haber atendido reiteradamente el pedido que ha realizado como cliente, lo que, según afirma, es toda una falta de respeto del gremio de hostelería y una muy baja profesionalidad no del trabajador, sino del empresario hostelero que no ha tomado medidas para evitarlo.

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Se explica a su manera. Resulta que todos sabemos lo que es media tostada. Así mismo estaremos todos de acuerdo en que cada mitad de la tostada es diferente. Una tiene más miga y la otra menos, salvo que solicitemos una de pan de molde (coloquialmente pan Bimbo) y no indiquemos que la queremos con o sin corteza. Bien, pues en los seis casos -seguro que se batirá el récord cuando termine el año-, en los seis, una, otra, otra, otra… y otra vez, pese a pedir la parte con menos miga que al corte equivale a la parte de abajo del bollo, le han servido la más 'mollúa', la de más molla, la más gorda, la más molleja.

Les aseguro que 'El Tomi', sin perder la compostura, hizo todas las veces la comanda en condiciones y que, al ser malamente servido recordó, en todas las ocasiones, lo que había pedido, lo volvió a solicitar y lo más que consiguió una vez en dos establecimientos, fue que le quitaran la molla a mano, que le echaran una nueva base y que la media de aceite, tomate y queso fresco estuviera más fría que la nieve.

Puestos a pensar en cómo está el patio, no sé si echarle la culpa de todo esto a Pedro Sánchez. Sí, al mismo presidente, pero no al del Gobierno, sino de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL), que se llama así, Pedro Sánchez-Fortún Sánchez. Sería lo fácil, pero qué culpa va a tener el 'presi' de que la atención que una persona espera recibir por un servicio que va a pagar no cumple un mínimo. Lo más que podría hacer sería programar un cursillo de atención, buenos modos, servicio… o una sesión de crítica empresa-cliente… o una autocrítica… o poner un cartel en la puerta del establecimiento avisando al cliente de que está prohibido discriminar las medias tostadas. Un «Aquí se sirve la media tostada que quiera el jefe», bastaría para evitar directamente el pedido conflictivo.

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Mientras escribo noto en mi cogote la presencia de don José Tara (Café Español), Rogelio Castillo (Café Colón), José Giménez (Los Espumosos), El Popi (Coimbra), Jacinto Castillo (El Imperial), Santiesteban (La Habana), Manuel Luque (Puerto Rico), Pepe Barea (Barea y Costasol)… todos me susurran al oído. «Son los tiempos. Antes entraba un cliente por la puerta y antes de llegar a su mesa o a la barra ya tenía puesto lo que acostumbraba a tomar t si no era de los asiduos, el camarero estaba atento y movía su libretilla y el lápiz esperando el pedido y ahora lleva una tablet, pincha en ella y, de verdad, no hay manera de indicar que el cliente quiere una media de la parte de debajo de Lorenzana».

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