Granada puede ser privilegiada ciudad metropolitana si dispone de eficaces visionarios. Pero no nos engañemos: previamente ha de ser grande, caminar con ritmo continuo y ... hacer su maratón diario poniendo a tono su musculatura social, cultural, investigadora y económica si anhela conseguir objetivos de grandeza. No hay día ni hora ni minuto que malgastar. Los caza 'tesoros' no duermen, no cesan de imaginar; buscan y rebuscan en sitios insospechados. A veces están ante nuestros ojos y no los vemos.
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Tales objetivos exigen inversiones que contagien y crezcan como la masa en el horno, estimulada por la levadura. Las comparaciones se nos inculcan al nacer, incrementándose en proporciones geométricas. ¿Cuántos presidentes, vicepresidentes o ministros granadinos, de nacimiento o adopción, ha tenido Granada? Sin músculo principalmente político es muy difícil el progreso, aunque existan modélicos empresarios y lo que esto lleva consigo. Las instituciones docentes de predicamento, pilares de la ciencia, la filosofía, el arte y las letras forman parte del armazón social. La tensión de la política se compensa con la distensión de la investigación y el emprendimiento; y la tensión de la ciencia y la cultura encuentra la distensión en la política. Son vasos comunicantes, fuerzas que suman, alejadas de inútiles egotismos. Por eso el líder visionario se arriesga prudentemente pues sabe que sin riesgo no se navega ni se vuela. Que Granada ha perdido protagonismo es indudable. Algo tendrán que ver la pasividad y la falta de diligencia reflejadas en el siguiente refrán: «Camarón que se duerme se lo lleva la corriente». Hay pueblos que avanzan sin retroceder, y otros retroceden no avanzando lo debido.
Diré nuevamente que yo sería necio si negase el progreso de Granada. Sin embargo me pregunto: ¿qué progreso?, ¿perder instituciones financieras?, ¿debilitar el pulso y el peso políticos?, ¿estar presionados a causa de diseños autonómicos 'no pactados' y cerrados en referéndum posterior en el que la 'nación' y la 'capitalidad' fueron fronteras?, ¿sufrir escandalosos retrasos en infraestructuras relacionadas con las comunicaciones, sea por ferrocarril, sea por aire? Es preciso que en esta etapa que soñamos, Granada posea pulmones capaces de expulsar aires viciados y propiciar la renovación de su 'sangre' y la circulación de la misma.
Granada 2031 va con retraso. Ocasionalmente los mensajes sobre la Capitalidad Europea de la Cultura se contradicen cuando unos hablan de llevar a cabo importantes infraestructuras, como en ciudades que han crecido integralmente con la ayuda de 'exposiciones' hispanoamericanas y universales, y otros se aferran a que Granada «rebosa talento». Justamente por tal motivo hay que suministrarle medios adecuados para desarrollarlo. El dinero llama al dinero, el poder seduce al poder, el prestigio encandila al prestigio, pero el dinero bien administrado cautiva a la grandeza, que suele atraer dinero, fomentar encuentros de alto nivel, suscitar independencia dentro de la dependencia y potenciar ideas y pensamiento crítico indispensables en la tarea de seguir creciendo, y marcar obligadas distancias. Sin fe en un futuro bien cimentado y jugándose el presente no se adelanta. El poder, el poderío y los poderosos son esenciales en territorios que reclaman empresas potentes, atractivas y competitivas.
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Como osado soñador, aunque despierto, he escrito mi carta a los Reyes, que por problemas de espacio resumo: en primer lugar, les he rogado que no le echen más 'carbón' a Granada. A renglón seguido les he dicho sobre Granada, cansada, aunque agradecida, que 'sueñen' con ella. Lo que necesita es generar una gran voluntad colectiva. Finalmente, les he pedido entre otros 'regalos' los siguientes –acepto su sonrisa si a usted le apetece–: dos consejerías (Justicia y Cultura), la Granada Metropolitana, el teatro diseñado por el arquitecto Kengo Kuma, el traslado del Museo de Bellas Artes; la rehabilitación del cerro de la Ermita de San Miguel, de las murallas y entorno de las mismas, y de la Casa de Ágreda, la reconstrucción de la iglesia de San Luis; la erradicación de las cuevas en la carretera de acceso al cementerio, el vicio de pintarrajear la ciudad y los ruidosos tubos de escape; la presentación de los legados de Giménez Yanguas, Brazam, Ajsaris y un CaixaForum que dé más vuelos a la Granada metropolitana y comarcal, y fomente transformaciones sustantivas y permanentes… ¡Qué menos si aspira a la Capitalidad 2031!
Se ha publicado estos días que el malagueño estadio de la Rosaleda, propiedad del Ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Andalucía, va a ser renovado y ampliado con vistas al Mundial de 2030. El presupuesto es de 230 millones que incluyen la revitalización de la zona. Además, está prevista la construcción del auditorio en una parcela de 30.405 m², con aforo de 1.800 butacas y un costo de 209 millones. En este proyecto también participará la Junta. Un extraordinario estímulo para la ciudad hermana.
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El conformismo es el principal enemigo de Granada, donde a menudo se confunden llamas vivas con incendios descontrolados. Si se ambiciona una óptima 'digestión' social, científica, cultural, es imprescindible poner prótesis en el vacío originado por la pérdida de piezas valiosas. No se prospera sin nuevos y consistentes retos. Dinero e inversiones es binomio medular en la aspiración a la Capitalidad Cultural, apoyado en lúcidas ideas que consoliden nuestro mejor pasado y enriquezcan y promocionen el presente, que será el presente del mañana.
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