Odio y miedo

José Ferrer

Miércoles, 19 de febrero 2025, 23:26

Van de la mano, se odia a lo que se tiene miedo, y esa es la estrategia a utilizar en esta nueva era de la ... desinformación, los bulos y el discurso de odio, no es nuevo, se ha utilizado siempre a lo largo de la historia pero quién lo 'normalizó' fue un tal Goebbels ministro de propaganda de Hitler con el llamado principio de la orquestación, aquello de «si una mentira se repite suficientemente, acaba convirtiéndose en verdad».

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Trump no arrasó en USA en las últimas elecciones, no es cierto, la diferencia con Kamala Harris fue de sólo 1,6 porcentual de los votos, muy reñido, pero el sistema arcaico electoral de USA establece que si ganas en un Estado aunque sea por un voto te llevas la elección; nada que ver con Europa que tenemos un sistema mas racional y representativo según voten los electores. Nunca estuvo tan polarizada la sociedad estadounidense como ahora, los conozco, he vivido, estudiado y trabajado con ellos. Los estadounidenses –me niego a llamares americanos, ya que hay mas americanos de otros países en ese continente–, han votado en clave supuestamente económica y con las vísceras, me explico, la economía no estaba tan mal antes de las elecciones –ojo aviso a navegantes en nuestro país, unos datos buenísimos e impolutos en macroeconomía, como tiene España, no te asegura para nada ganar unas elecciones–, ellos estaban mejor que en el anterior mandato de Trump pero ahí estaba la maquinaria de los bulos, de las mentiras, de la desinformación…, que son más pobres, que los migrantes son los culpables de casi todo, que se comen las mascotas, que les quitan el trabajo –¿les suena?–, que colapsan los servicios sociales (pocos y deficientes en USA), que Kamala y Biden son unos pederastas, que ellos y sus familiares son unos corruptos –¿les sigue sonando?– etc…, pues bien ahora la inflación en USA está a más del 3% y subiendo, peor que antes, debido a la deportación inopinada de los inmigrantes supuestamente ilegales, ahora cuesta mas los salarios y a los aranceles (por cierto al más puro estilo intervencionista de los países comunistas, los extremos se tocan). Mis amigos estadounidenses, la inmensa mayoría votantes de Trump empiezan a arrepentirse y a preguntarse cómo pueden pagar ahora, por ejemplo, por un solo huevo más de un dólar… Utilizando otro principio de Goebbels, el principio de simplificación del enemigo, es decir que sean pocos y vulnerables, los migrantes, las personas con discapacidad, el colectivo LGTBI+, las mujeres, las minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, en otro tiempo los judíos, los armenios…

Hace unos pocos años algunos defendíamos lo que se llamó 'la internacional ultraderechista' que básicamente lo que quieren es subvertir la democracia desde cargos democráticos. Nos llovieron palos por todos lados pero está ocurriendo, sólo tienes que darle poderes casi plenipotenciarios a alguien populista, se rodea de milmillonarios que comprar los medios y redes sociales, modifican y eligen en los órganos jurisdiccionales más altos a 'jueces' afines, para salir impolutos de cualquier fechoría y les da a las masas enemigos fáciles de identificar que despiertan nuestros más atávicos instintos racistas, xenófobos y machistas, desencadenando el miedo y el odio. Trump es la figura principal, el tonto útil de esas oligarquías plutócratas que quieren manejar al pueblo para seguir ostentando el poder y sobre todo ser más y más ricos. Hace dos días conocimos que Musk ha pagado 10 millones de dólares a Trump con la excusa del cierre de su cuenta en Twitter, cosa que no ha hecho con otras cuentas cerradas. Entre ellos se retroalimentan, todo es, y permítanme la expresión, la pasta, todo por la pasta. Los ricos y poderosos siempre han deslumbrado a los ciudadanos, despertando una admiración inopinada admirando su 'capacidad' por haber logrado todo ello 'por sí mismos'; cuando escarbas un poco descubres la verdad, Trump heredó fortuna inmobiliaria de su padre inmigrante alemán en USA y Musk heredó del suyo un montón de minas de diamantes en el cono sur africano a costa uno de pisos para pobres y otro de mucha mano de obra esclavista en esas minas.

Me gustaría ser más optimista, y quiero serlo pero no me sale, se extiende esta internacional ultra por el mundo, en el continente americano con Milei, Bukele, Bolsonaro… y en Europa con otros jefes de gobierno que están actualmente en el poder y otros, como en España que quieren estarlo. Lo que si temen esta internacional ultra es que los países y los pueblos se unan y sean fuertes, por eso abogan por una Europa desunida, grogui y separada, así es más fácil para éste nuevo eje del mal sacar a los países miembros de la Unión Europea para que así otros países sin escrúpulos como Rusia, China o USA campen a sus anchas, pero lo peor es que aluden a un patriotismo vaciado y postural para ser todo lo contrario, empobrecer y perjudicar a nuestro país convirtiéndose en patrioterismo pobre y barato. Se debe legislar, si legislar sin miedo y con consensos para regular los bulos, mentiras y la desinformación en las redes sociales para que los que las escriben sean identificables y no se amparen en un cobarde e impune anonimato. Que no les engañen, ellos hablan de libertad de expresión pero lo que realmente quieren y desean es libertad de desinformación, la libertad de expresión no es el derecho a decir mentiras, insultos o bulos sin consecuencias, es el derecho a decir una verdad sin represalias. Retirar subvenciones a los medios de comunicación que, a sabiendas, difundan discurso de odio, mentiras, desinformación y bulos. Empezar a reivindicar para todos pero especialmente a nuestros políticos y representantes, en contraposición al odio y al miedo, que usen la mesura, la prudencia, moderación, cordura y la reflexión estando anhelosamente empeñados en causas justas, productivas y en beneficio de los ciudadanos, virtudes todas ellas que apreciamos y deberíamos cultivar más y mejor los ciudadanos de bien.

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