La política ya sabemos que es muy ingrata. Sus protagonistas siempre salen criticados por muy bien que hagan las cosas. Nadie les regala la oreja ... más allá del coro de campanilleros que les cantan sus alabanzas y no solo en la fría madrugada. La política es así, te quita más que te da en la mayoría de los casos. En Jaén todo es diferente… Y si no, tomen nota.
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El portavoz socialista en el Ayuntamiento fue reprobado por el pleno y en menos de un año volverá a ser el alcalde de la capital del Santo Reino. Sí, Julio Millán, pasará de reprobado a presidente de la corporación y lo hará de la mano de un grupo político que apoyó esa iniciativa junto al PP y a Vox. ¡Vamos que ni al mismísimo Maquiavelo le habría salido tan bien la maniobra!
En esto de la política se cambia de opinión y de pareja de baile de forma habitual, el fin es no salirse del camino que lleva al sillón. Si en el fútbol no hay que perder de vista el balón, en lo de la cosa pública es el sillón o el bastón lo que parecen priorizar.
Y así estamos entre villancico y villancico, polvorón y polvorón se viene una moción que desde las filas del PP critican, recurriendo al famoso grito de la Roma Imperial con el fin de trasladar que los motivos de Jaén Merece Más son falsos y están llenos de mentiras. Argumentos que no tendrán el efecto pretendido porque recurriendo a otro dicho de la antigua Roma 'Álea iacta est'.
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Sí porque, en efecto, y salvo contratiempos de última hora, la suerte está echada. Con las campanadas Fin de Año que se celebrarán en la Plaza Santa María, los andaluces asistiremos también a un cambio de ciclo. Se acaba el año y campana tras campana empezará una nueva etapa que comenzará con las burbujas del champán en plena efervescencia y sin haber apenas digerido las uvas, sin pepitas, por supuesto, para evitar sobresaltos.
Una Navidad muy movida la de este 2024 que no ha tenido ni una jornada de tregua. Ni un día de paz para los del PP y Jaén Merece Más que han montado su 'zambombá' particular, con amplificador incluido, y que tendrá su máxima expresión en el primer pleno del año. Será entonces cuando suenen los cuartos del inicio de una nueva era en el gobierno local. Un alcalde empezó la Navidad y se comió el turrón y otro la acabará degustando el roscón.
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