Dicen los supersticiosos que el 13 es el número de la mala suerte, pero no para los vecinos de la capital que estamos de enhorabuena. ... Trece años después, el tranvía circula en pruebas. Y lo hace con nocturnidad quizás para no entorpecer aún más el ya de por sí tráfico caótico que se soporta a diario. En esto hay que reconocer a nuestros munícipes la deferencia, aunque, más pronto que tarde, esa integración deberá realizarse.
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Reconozco que no quepo en mí. Estoy totalmente henchido por ver circular ese tren urbano. Mi satisfacción no es para menos, si se tiene en cuenta que tuve el privilegio, junto a otros muchos colegas de subirme en el primer viajecito del tranvía. ¡Ay, si alguno levantara la cabeza…!
El tren urbano parece que, esta vez sí, ha salido definitivamente de vía muerta. Los astros se alinearon en su día para que el proyecto viera la luz, lo mismo que ahora lo han hecho para su recuperación. En medio un largo paréntesis motivado por no creer en un proyecto de modernidad. En ese tiempo no hubo voluntad política. Incluso algunos que vuelven a ponerlo en marcha fueron quienes no movieron un dedo e incluso llegaron a entregar las llaves del tranvía a la Junta de Andalucía, dirigida entonces por el PSOE. No hubo la voluntad política que ahora sí se ha puesto sobre la mesa junto a unos cuantos millones de euros para recuperar una infraestructura deteriorada y maltratada por el paso del tiempo y por los amigos de lo ajeno; digámoslo todo.
Tampoco hay que olvidar la paralización cautelar de las pruebas por competencia desleal decretada por la justicia; demanda mediante, de la antigua empresa concesionaria de los autobuses urbanos.
Más de una década en vía muerta es demasiado tiempo. Como a las personas el paso de los años le ha cambiado la imagen y el aspecto. No queda nada de la 'aceituna mecánica'. Han desaparecido el color verde y los motivos de la ciudad como la Catedral o el Castillo. Reluce en un blanco impoluto con motivos morados. ¿Será un nuevo guiño al Real Jaén?
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¿Y si lo han preparado para que la plantilla celebre el ansiado ascenso que está costando un mundo, como todo en esta ciudad y en esta provincia? Un sistema tranviario que costó 120 millones de euros, ahí es nada, y que fueron tirados a la basura por cuestiones meramente políticas. A eso, hay que sumar las cantidades que a modo de derrama nos costará su nueva singladura. Yo recuerdo aquel día en el que me subí en el tranvía y nos fuimos a pasear. ¡Trece años, trece han pasado! Son demasiados.
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