Israel: un pueblo, un Estado
El Estado de Israel identifica sus raíces con la antigua Tierra de Israel, Tierra Santa o Tierra Prometida. Esta realidad es un concepto central para el judaísmo
Este artículo pretende mostrar algunas claves para entender la guerra entre Israel y Palestina, si es que alguna vez un conflicto bélico puede entenderse. El ... 7 de octubre de 2023, la organización terrorista Hamás lanzó por sorpresa misiles sobre territorio israelí causando 1.200 muertos, hecho éste que dio lugar al conflicto que a día de hoy dura.
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El Estado de Israel identifica sus raíces con la antigua Tierra de Israel, Tierra Santa o Tierra Prometida. Esta realidad es un concepto central para el judaísmo. «El Señor dijo a Abrán: sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una gran nación»: Génesis 12,1-2. Abrán emigró de Ur (Caldea) para dirigirse a Canaán y se estableció allí. En la actualidad Canaán corresponde al Líbano, Palestina, Israel y parte del sur de Siria. La Biblia presenta a Abrán como el patriarca del pueblo hebreo y el fundador de la nación hebrea. El año 70 d. C. los romanos destruyeron Jerusalén, demolieron el Templo y obligaron a casi la totalidad de los judíos a huir de Palestina comenzando un largo periodo de exilio: fue la Diáspora.
«Mañana en Jerusalén», dijo este pueblo, y así fue, pero tuvieron que pasar 1.878 años para que esto fuera posible. «En virtud de nuestro derecho nacional e intrínseco, y apoyados en la fuerza de la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaramos en este acto la creación de un Estado judío en Palestina que se denominará Estado de Israel». Son palabras pronunciadas por David Ben Gurión el 14 de mayo de 1948 o 'Declaración de Independencia' por la que se proclamó el establecimiento de un Estado judío en 'Eretz' (Tierra): Paul Jonson, 'La historia de los judíos' (2023, pág. 773). Dicha declaración se llevó a cabo bajo el retrato de Theodor Herzl.
Dos hechos de calado tuvieron una gran relevancia en la creación del Estado de Israel en Palestina: el Estado judío (1896) y la Declaración de Balfour (1917). A finales del siglo XIX Theodor Herzl luchó por que los judíos tuvieran su Estado; a eso se llamó sionismo, término derivado de Sión, nombre de una colina de Jerusalén. Representa un movimiento político fundado por este periodista húngaro en el libro 'El Estado judío', publicado en Viena en 1896. Considera que la solución al problema judío es la creación de un Estado independiente y soberano donde quepan todos los judíos del mundo.
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En su libro dice Herzl «somos un pueblo sí, uno solo. En todas partes hemos tratado sinceramente de fundirnos en la comunidad del pueblo en cuyo seno vivimos conservando tan sólo la fe de nuestros padres. No se nos permite hacerlo […]. Somos un pueblo, nuestros enemigos nos han hecho uno a pesar nuestro […]. La aflicción nos une y así unidos descubrimos de improviso nuestra fuerza. Sí, somos lo bastante fuertes para formar un Estado y un Estado modelo […]. Para ello se crearán dos grandes órganos: la 'Society of Jews' y la 'Jewish Company'.
La 'Society of Jews' era la oficina central de los judíos con fines científicos y políticos. Tenía como primer objetivo conseguir la soberanía de un territorio que fuese suficiente para satisfacer necesidades justificadas. Otra función primordial sería nombrar el Consejo de Juristas del Estado que redactaría una Constitución. El Estado judío se pertrecharía también de un idioma común, de leyes que lo sustenten, de un ejército y una bandera de color blanco y siete estrellas doradas. La 'Jewish Company' se encargaría de organizar la vida económica del nuevo país. Su labor sería la de crear posibilidades de comercio que hicieran surgir nuevos mercados, que a su vez atrajesen nuevos inmigrantes hacia el país. Theodor considera que el pueblo judío se ubicaría en Palestina aunque también apuntó a que este asentamiento podría ser Argentina. Su obra la acaba señalando: «Hemos de vivir, por fin, como hombre libres en nuestro propio territorio, y hemos de morir serenamente en nuestra patria» (pág. 84). Herzl falleció a los cuarenta y cuatro años sin ver realizada su idea.
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Mediante la Declaración de Balfour (2 de noviembre de 1917) Gran Bretaña fue la primera potencia que apoyó la constitución de un Estado judío en Palestina. También el presidente de los EE UU John Adams declaró que deseaba ver a los judíos otra vez en Judea como una nación independiente: Ilan Pappé, 'Los diez mitos del Israel' (2019, pág. 27). La citada Declaración era una manifestación formal pública del Gobierno británico para anunciar su apoyo al establecimiento de un «hogar nacional» para el pueblo judío en Palestina. Fue incluida en una carta firmada por el ministro de Relaciones Exteriores británico Arthur James Balfour y dirigida al barón Lionel W. Rothschild, un líder de la comunidad judía en Gran Bretaña. Palestina fue adjudicada al Reino Unido para su administración como Mandato de la Sociedad de Naciones.
La ONU puso fin al Mandato Británico sobre Palestina mediante la Resolución 181 (II) de 29 de noviembre de 1947: 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. Por ésta se decidió dividir Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, con un régimen internacional especial para Jerusalén: el 15 de mayo de 1948 se constituye el Estado de Israel. No obstante, no pasaron ni veinticuatro horas cuando el nuevo Estado fue invadido por los países árabes colindantes comenzando así la primera guerra árabe-israelí (Guerra de la Independencia).
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Ilan Pappé, en la obra arriba mencionada, ya predijo lo que está pasando en la actualidad: Israel completará la colonización de Cisjordania y asediará Gaza, donde la hambruna está haciendo estragos. Considera una quimera la solución de dos Estados y afirma que lo único que podría cambiar en el futuro es que las Naciones Unidas admitan a Palestina como miembro de pleno derecho.
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