Mikel Casal

EPIs: Más allá del fuego

El siguiente reto será desarrollar métodos de biomonitorización no invasivos de los propios trabajadores para controlar si estos contaminantes pueden traspasar los equipos de protección

Jesús Santiago Marín Sáez

Investigador Posdoctoral de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UAL

Jueves, 14 de diciembre 2023, 08:13

Hoy en día estamos expuestos a una gran cantidad de contaminantes que provienen de diferentes fuentes de exposición. Aunque la alimentación es la principal, ciertos ... trabajadores están expuestos a contaminantes liberados en el aire. Este es el caso de trabajadores en los que en su ambiente de trabajo se producen procesos de combustión, como es el caso de cocineros, operadores de plantas de reciclaje o, con mayor frecuencia, bomberos. Dichos trabajadores se exponen, entre otros, a unos compuestos denominados hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs, de sus siglas en inglés), los cuales son altamente cancerígenos, además de producir serios problemas reproductivos, tanto a hombres como a mujeres. Durante su trabajo suelen ir equipados con equipos de protección individual (EPI) que los protegen, pero que pueden quedar contaminados y afectarles a lo largo del tiempo. Es por ello que los EPIs deben de ser limpiados o tratados para evitar una acumulación de estos compuestos en ellos. Sin embargo, algunas veces este proceso no es tan sencillo: para ello es necesario el uso de máquinas de limpieza especiales y tras el lavado el traje debe ser secado, por lo que queda inoperativo para el resto de la jornada laboral. Es por ello que los procesos de descontaminación llevados a cabo deben de ser lo más efectivos posibles. Además, aunque el lavado es eficaz, la exposición puede producirse antes de que se lleve a cabo el lavado, tras el incendio, siendo de gran interés conocer las zonas del traje más contaminadas a fin de evitar el contacto con ellas.

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Para evaluar la efectividad de la limpieza de los trajes de trabajo, los químicos analíticos han desarrollado métodos para medir la cantidad de estos contaminantes en los EPIs que, sin embargo, implican su destrucción, siendo el precio de estos EPIs muy elevado. Así, en un trabajo llevado a cabo gracias a la colaboración entre investigadores de la Universidad de Almería y el parque de bomberos del Ayuntamiento de Almería, se ha desarrollado por primera vez un método de análisis de EPIs no destructivo para el control de estas sustancias, tras la exposición al humo de los incendios. El método se basa en la transferencia de los contaminantes a toallitas de isopropanol (al 70%), las cuales fueron usadas para frotar la superficie de los trajes de bomberos antes y después de asistir a varios incendios. Así, el método desarrollado demostró ser eficaz, fácil de aplicar por los propios bomberos, y económico, favoreciendo así que sea aplicable a un gran número de muestras que ayuden a controlar estas sustancias en el futuro.

Tras la creación del método, se analizaron trajes que habían sufrido incendios reales producidos en un polígono industrial y una vivienda en Almería capital. Los resultados mostraron que los trajes se encontraban altamente contaminados, siendo las zonas de las mangas (trasera y delantera), los guantes y las rodillas las zonas donde se encontró una mayor concentración de los compuestos perjudiciales para la salud. Esto puede explicarse porque son las zonas que más en contacto están con el ambiente donde se desarrolla el incendio, en el caso de mangas y guantes, mientras que las rodillas pudieron verse afectadas debido a que en algunos momentos los bomberos tienen que trabajar arrodillados. Gracias a estos resultados será posible la creación de un protocolo especial para desvestirse y que el cuerpo de los trabajadores no entre en contacto con las zonas afectadas antes de llevar a cabo la limpieza.

Este estudio está siendo publicado en una revista internacional de alto impacto y es pionero en el análisis de uniformes de trabajo evitando su destrucción y, con ello, su reposición debido a su elevado coste. Gracias a ello, la monitorización continua puede llevarse a cabo y así evaluar, por ejemplo, si existen incendios donde el riesgo de exposición sea más alto (incendios urbanos, industriales o forestales), o si las técnicas de lavado empleadas en los parques de bomberos pueden ser mejoradas. El siguiente reto será desarrollar métodos de biomonitorización no invasivos de los propios trabajadores para controlar si estos contaminantes pueden traspasar los equipos de protección y que efecto en la salud producen.

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