Qué diferente es estar en la oposición y decir 'No' a todo que gobernar y tener que lidiar con las dificultades del día a día. ... Por ejemplo, lo de la tasa turística. ¡Qué poco ha tardado la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, en pedir que se abra ese melón! Con lo renuente que era el PP andaluz siquiera a hablar del tema cuando lo planteaban alcaldes socialistas como el granadino Paco Cuenca o el sevillano Antonio Muñoz.
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Sin embargo ahora, con la Andalucía municipal casi al completo teñida de azul, la cosa de la tasa ya no les suena tan mal a los populares, miren ustedes por dónde. ¡Ya es casualidad!
Que más pronto que tarde, ciudades que reciben a millones de turistas impondrán la tasa turística que ya aplican en Barcelona, Girona, Tarragona, Ibiza, Menorca o Palma de Mallorca; lo sabe todo el mundo. Porque es lógico. Es justo. Y es de cajón.
Ni que decir tiene, los hoteleros están en contra de la aplicación del canon. ¡Faltaría más! Aunque lo dábamos ya por descontado, la patronal del sector debería echarle una pensada a su pertinaz postura, siempre tan inmovilista y egoísta como cortoplacista. Que Granada se vaya a gastar tres millones y medio de euros en traer los Goya, evento a mayor gloria del sector de la hostelería; sí le parece bien. Y que invierta pasta gansa en firmar convenios con diferentes aerolíneas para que aterricen aviones cargados de turistas, también. Y tantos y tantos ejemplos que podríamos poner. Ahí sí apuesta el sector hotelero por el dinero público.
Pero una tasa turística no, vaya a ser que algún viajero desnortado decida cambiar Granada y sus tesoros históricos, culturales y patrimoniales por cualquier otra ciudad en la que no se cobre el joío canon. Pudiendo ahorrarse un par de eurillos por noche, ¿a quién le importa la Alhambra? Qué poca confianza en lo nuestro, qué escaso convencimiento.
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El turismo es nuestra gran fuente de ingresos, cierto es. Pero también que supone una serie de gastos, molestias e incordios que afectan a toda la ciudadanía en su conjunto, viva o no de ese gran invento. Una tasa turística, insisto, es de justicia. El PSOE calculó en su momento que, solo con un euro por viajero y noche, Granada ingresaría entre 6 y 7 millones de euros. Para la limpieza de las calles o el mantenimiento del alumbrado vendrían que ni pintados.
Está muy bien que el PP local, ahora se abra a reflexionar sobre el tema. Lástima que, en su momento, no apoyara a Cuenca cuando lo planteó. Lo mismo, a estas alturas, los Goya nos habrían salido gratis.
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