¿Muchos, suficientes o demasiados?

También me gustaba mucho aquel juego de palabras: «No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época». ¡Qué maravilla! Pero luego llega enero, pasan los Reyes, nos zampamos la Olla de San Antón, nos reímos del Blue Monday y nos plantamos en Fitur. Y en ese marco incomparable se presentan los datos del tinglado turístico del año anterior y cobramos conciencia de la realidad de nuestra socio-economía, que depende básicamente de lo de siempre: los guris. En un sentido no peyorativo ni trumpista del término. Los guiris en amplio espectro, hablen el idioma que hablen, incluido el mesetario. Los guiris como turistas, viajeros, gastronómadas, visitantes, escapadistas, findesemaneros… Lo que ustedes quieran, que ya nos entendemos.

¿Han visto las cifras del turismo en Andalucía? ¿Y qué le parecen? Yo nado en un mar de dudas. A ratos me parecen un éxito. Pero, por momentos, una exageración. Una barbaridad. Una locura. Sobre todo porque, lo que se infiere de los mensajes institucionales que celebran el récord de turistas como se celebra una Champions, es que queremos más. Siempre queremos más. Todos queremos más. O casi.

Luego llega la coletilla del 'turismo de calidad', pero después de felicitarse, congratularse y extasiarse con las macrocifras: si el año pasado nos visitaron 36,2 millones de personas, para 2025 podemos esperar los 37 millones. Y ahí es donde me asaltan las dudas, como si fueran Bonnie and Clyde: ¿No serán un poquito demasiado, 37 millones? ¿Cómo se consigue que esa gente sea de la que nos gusta y nos interesa, la cartera bien llena y rumbosidad para sacarla a la mínima oportunidad?

Por otro lado: ¿se puede permitir nuestra socio-economía ponerse exquisita y estupenda con el 'Tourist go home'? Para darle una vuelta. O dos. Y ahora les dejo, que tengo que ver los desglosados —como si fueran Rules— de las cifras por provincias, a ver cómo vamos en Granada.