La Mano de Elias

Jesús Lens

Martes, 14 de mayo 2024, 23:17

Podríamos hablar del melocotonazo de Cheatham cuando estábamos virtualmente descendidos y con el equipo en descomposición, que reconectó a los jugadores del Covirán al partido. ... También de la cabeza de Rousselle, ese 'viejo' francés que se echó el equipo a las espaldas cuando pintaban bastos, contagió su entusiasmo y enardeció a las masas. Del escorzo de Dime para machacar de espaldas, los rebotes salvajes de Wiley, etcétera.

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Pero el partido del domingo contra el Gran Canaria ya ha pasado a la historia por el tapón de Elias Valtonen que selló la permanencia del equipo nazarí en la ACB un año más. Esa ya icónica y salvadora Mano de Elias, recordando el nombre del mítico pabellón del Maccabi de Tel Aviv, que certificó un nuevo milagro en el Zaidín. ¡Qué desparrame, qué derroche, qué despendole!

A estas alturas, todo esto que le cuento, si le gusta el baloncesto, lo tendrá más que superado, pero no me puedo resistir a escribirlo. Si no, no sería yo. Este CB Granada-Covirán se nos ha incrustado en el ADN con la misma fuerza que nuestra Alhambra, la ciudad y la cerveza; la Sierra y la Costa Tropical y nunca es suficiente, nunca es bastante. ¡Siempre queremos más!

El domingo, en el bar, después de brindar, gritar, cantar y corear; empezamos a hablar. Y a fantasear. Con el equipo del año que viene, por supuesto. Adelante, siempre mirando adelante. ¿Qué jugadores nos gustaría que se quedaran? Los de carácter. Los que han sentido la camiseta, además de sudarla. Los que se han partido el pecho y la muñeca.

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Pero sobre todo, anhelo un (casi) imposible: que se quede Lluís Costa, el mago, el visionario del balón que reparte asistencias como panes y que, además de templar, mandar y encestar, hace mejores a sus compañeros. Ver jugar a Costa es como contemplar un Picasso, sentarse bajo un roble centenario o enfrentarse al mar embravecido: todo un espectáculo.

¿Y Pin? ¡Un monumento, hay que hacerle a Pin! Un monumento y la renovación por el tiempo que quiera, a él y a su equipo técnico. Siempre hay momentos en que el entrenador que todos llevamos dentro quitaría a este jugador y dejaría a este otro en cancha. Es ley de vida. Más allá de eso… Forever Pin! Enhorabuena, Óscar y resto de la directiva y gracias a los patrocinadores por contribuir a seguir haciendo el sueño realidad.

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