Jacobo desencadenado

Jesús Lens

Miércoles, 6 de septiembre 2023, 23:05

Aunque debería estar curado de espantos, no deja de sorprenderme cómo los políticos viven en una realidad paralela a la de la ciudadanía. Son presa ... de su agenda, cautivos de su tactismo, y no tienen empacho en quedar retratados con tal de desgastar a su rival, al que consideran más un enemigo a aniquilar que un adversario a batir… en las urnas.

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Jacobo Calvo es el portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento, pero lleva la voz cantante de la oposición. Para el inicio del curso político se ha despachado con unas declaraciones de lo más altisonantes. Lo más llamativo ha sido tildar la gestión del nuevo equipo de gobierno del PP como «parasitación» del trabajo de Paco Cuenca y de «prórroga de la gestión socialista». ¡Y lo dice como crítica furibunda, ojo!

Ya saben ustedes que soy un cándido, un tontaco de tomo y lomo. De ahí que, para mí, lo que están haciendo Marifrán y su equipo es lo más lógico, atinado y sensato: dar continuidad a las políticas más acertadas de sus antecesores y culminar sus proyectos e inversiones. De hecho, lo contrario sí sería un escándalo de proporciones raphaelescas. Que los políticos recién llegados a un cargo comiencen por deshacer lo que hicieron sus antecesores sí debería ser una lacra a erradicar.

Cosa distinta es la pelea por la foto, aspecto en el que los políticos se comportan como las fieras de la sabana. A Calvo le escuece que el PP «haya invisibilizado a la oposición en la agenda y en las redes sociales institucionales». ¡Con lo artista que era Paco Cuenca en esas lides, el guepardo más rápido del Serengeti!

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Y con eso enlazamos con una exclamación: ¡Por fin volvió Cuenca a sus barrios! Al exalcalde y, no lo olvidemos, actual portavoz del PSOE municipal, hacía tiempo que no le veíamos… excepto en actos de su propio partido. Es normal que, tras su exigente mandato y la campaña electoral de julio, se haya tomado un descanso. Es lógico que, tras el desgaste con el tema de AESIA, esté haciendo méritos para congraciarse con Ferraz y Moncloa. Sobre todo, por si hay nuevas elecciones. Pero le echábamos de menos en las calles. Casi tanto como echamos de más el atribulado y desencadenado discurso de su portavoz adjunto.

A ver si, para cuando la Junta haga balance del programa veraniego 'Picasso en la Alhambra', digo Lorca; recuperamos al mejor Cuenca y lanza unos zarpazos bien lanzados, que ahí hay tarea.

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