Acabo de ver otra vez el vídeo que Mamen nos mandó al guasap familiar sobre el futuro tranvía de Güéjar Sierra y… ¡me encanta! Cuanto ... más lo veo, más me gusta. Dos minutos y medio de recreación de un futurible que entronca con un pasado añorado y nostálgico. ¿Melancólico, quizá? El tranvía. El metropolitano, soterrado o en superficie. El tren, vaya a la velocidad que vaya. Están de moda. Otra vez. Son tendencia. «Nuevos conceptos. Reconceptos. Redescubrir y recrear», dice una voz honda, profunda y cavernosa en el vídeo. «Hagamos historia. Comencemos… de nuevo», remata. Para quiénes son, para quiénes fuimos asiduos de la Vereda de la Estrella, el Abuelo, la cuesta de los Presidiarios, la Cucaracha, la junta de los ríos, el Guarnón, Cueva Secreta y el barranco de San Juan; recuperar el antiguo tranvía de la Sierra es oro molido. Significa viajar a un pasado tantas veces contado, tantas veces soñado que, ahora, será posible revivir en vivo y en directo. Porque, como pasa tantas veces, el futuro era el pasado.
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Lo pensaba al leer la última entrega, hasta ahora, de 'Blacksad'. En el primer volumen de 'Todo cae', el gato detective de Juanjo Guarnido y Juan Díaz Canales se enfrenta a una trama de corrupción urbanística en Nueva York que pretende perjudicar al metro y al transporte público para favorecer los intereses de las concesionarias de carreteras y autopistas. Abrir la ciudad en canal para que los coches entraran hasta el último reducto fue el propósito de una figura tan atractiva como controvertida: Robert Moses. Además de leer el cómic de nuestro paisano, busquen el documental 'Citizen Jane. Batalla por la ciudad'. En Filmin lo tienen. Siempre que paso por San Antón, si no voy con excesiva prisa, me paro en el 'monumento' a la línea 12 del antiguo tranvía. Vestigios de una Granada del ayer que, liberada de coches, aspira a ser la del mañana. Con su tranvía, Güéjar será un poco más internacional, también. Nos sentiremos conectados al tranvía del Montblanc que llega hasta el Nido del Águila y a los barrios más empinados de ciudades como San Francisco o Lisboa y su Alfama. ¡Enhorabuena, güejareños! Ganazas de disfrutar del tranvía del futuro pasado.
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