Eje Zaidín-Washington

Pero lo único que mis dedos eran capaces de teclear era 'Trump'. El Alt-Tab no dejaba de llevarme a las portadas de los periódicos y a las redes sociales llenas de Estatuas de la Libertad llorando a lágrima viva. La de risas que se tuvieron que echar Donald y Elon viendo la lacrimógena reacción de sus adversarios.

Lo sé, lo sé. Lo que tenga que decir un tío del Zaidín sobre las elecciones norteamericanas tiene tanto interés como la opinión de un columnista de Nebraska sobre Pedro Sánchez, pero no lo puedo evitar. Porque Trump no ha ganado. Ha arrasado, llevándose por delante las encuestas —para que luego digan del CIS— y el supuesto entusiasmo generado por Kamala Harris al suceder a Joe Biden como nominada demócrata.

Yo también me lo creí. Puerilmente, claro. En España, en Europa, vamos de shock en shock, mirando con incredulidad todo lo que pasa a nuestro alrededor, de la Inglaterra del Brexit a la Hungría de Orban pasando por la Italia de Meloni. Y ahora, Trump. De nuevo. ¿Cómo puede ser? ¿Están locos estos yanquis? No hay quien lo entienda…

O lo mismo sí. Lo mismo sí hay quien lo entienda. Pero no hablamos con él. No le leemos ni le escuchamos. Lo mismo estamos tan metidos cada uno en nuestra burbuja, en nuestro 'roalillo', que perdemos el contacto con la realidad de la calle. Porque, ¿lo hemos dicho ya?, Trump no ha ganado. Ha avasallado y arrollado a Kamala Harris. Los republicanos han conseguido acaparar todo el poder posible, y hasta el imposible, de forma que un manto extremadamente conservador cubrirá los Estados Unidos durante mucho, mucho tiempo.

¿Qué efectos tendrá para Europa? A fin de cuentas, aquí hemos venido a hablar de lo nuestro. Ahora mismo, lo que se espera es hielo y fuego, como en 'Juego de Tronos'. Ya se verá lo que termina pasando. Las relaciones con China y Rusia, la guerra en Ucrania, lo de Israel en Oriente Medio… Son muchos frentes, sí. Pero tampoco es que con Biden la cosa fuera particularmente bien ahí, la verdad. ¡Qué caos!