Cultura y deporte, juntos

Los profesionales que se dedican a deportes en los que se cobra mucha pasta tienden a dejar los estudios muy pronto, demasiado pronto, para centrarse en su carrera deportiva. No es nada censurable ni reprochable, que cada uno hace con su vida lo que quiere. Y puede. De ahí que las imágenes de Yamine Yamal estudiando la ESO durante la Eurocopa fueran tan ilusionantes, llamativas y estimulantes. O 'nuestro' David Iriarte, que estudiaba nada menos que Medicina mientras jugaba en el Covirán.

Pero más allá de la educación, Aíto habla de cultura. De que los jugadores que visitan Granada aprovechen para ir a la Alhambra, aunque sea en día de partido. Lo que me recuerda a Phil Jackson, el Master Zen que ganó anillos de la NBA como jugador y, después, entrenando a Jordan, a Bryant… y a Gasol. Siempre recomendaba la lectura de libros a sus jugadores. De libros concretos que, pensaba, les ayudarían tanto en su faceta profesional como en la personal. Por ejemplo, a Pau le recomendó 'Trampa 22', de Joseph Heller, o '2666', de Bolaño. A Shaquille O'Neill la 'Ética a Nicómano' y a Kobe, 'Montana 1948', de Larry Watson, que toca temas como la lealtad y la justicia, nada menos.

También me acuerdo de que, cuando Pau Gasol dejó los Lakers y optó por los Bulls de Chicago, el gran Kevin Durant alucinó en colores porque prefiriera la Ciudad del Viento en vez de Oklahoma. «Estaba más preocupado por la ciudad en la que estaría, en orquestas y obras de teatro», le criticó. ¡Genio y figura!

Aíto, como le contaba a Puertas, sigue siendo un adicto al baloncesto a sus cerca de 80 años, pero no olvida las dimensiones educativa y cultural del ser humano, que deben ir de la mano de la deportiva, y a través de su Fundación impulsa una competición universitaria. ¡Menudo crack!