La culpa fue de la calor

Jesús Lens

Granada

Domingo, 18 de mayo 2025, 22:59

Ya es verano. Entró ayer domingo y nos pilló a traición. «¡Qué calor!» fue el trending topic. Es que ni Melody, oigan. ¡Qué calor! ¿Dónde ... le pilló a usted? Como era finde, pudo ser en cualquier sitio, que había gente celebrando el primer baño del año y otra encaramada en lo más alto del Trevenque, entre riscos y florecillas.

Publicidad

A mí, la calor me sorprendió subiendo a la Alhambra. Como me barruntaba, el sábado, después de disfrutar de una nueva victoria del Covirán que, me sigo temiendo, resultará tan honrosa como inútil; en vez de lanzarme a la vorágine de la Noche en Blanco me quedé en casa viendo una película medieval.

De ahí que el domingo me impusiera un objetivo lúdico cultural: ver la exposición 'Lorquianas' de Cristina Banban y, de paso, pasear por la Alhambra, a donde nunca subimos lo suficiente. Y lo que les decía: ¡qué calor! De hecho, los guiris me miraban con cara rara, ataviado con mis vaqueros, zapatos y calcetines. «¿Ande vas, alma de cántaro?», parecían juzgarme con la misma severidad con que nosotros les miramos por encima del hombro en invierno, (des)vestidos de bermudas y sandalias. Con calcetines, eso sí.

Como hacía viento y estaban cerrando el acceso a los bosques de la Alhambra, aproveché para dar una vuelta por el Museo de Bellas Artes, cuyos bodegones de la última sala me encantan. ¡Ese cardo! Y flipé con una curiosidad: en uno de origen centroeuropeo del año 1660, había un plato de gambas con una pinta estupenda.

Publicidad

Creo que fue ahí cuando me perdí irremediablemente, que las tripas empezaron a rumiar. La primera intentona de tomar algo fresquito y evitar el peligro de deshidratación me llevó a Jardines Alberto, pero fue imposible. Siguiente parada: Campo del Príncipe. Allí sí había una de esas altas mesas circulares con forma de barril de Milnoh. Que si un tercio, que si una tapa de arroz, que si un vinho verde, que si unas migas. Y la ensaladilla de gambas, claro. Y así se fueron al traste mis buenos propósitos de despedir la Feria del Libro como se merecía. La calor. Fue la la calor.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad