La izquierda, dividida o sumada

Entonces leí el subtitular: «La coalición admite que no podía esperar más a Podemos». ¡Acabáramos! Se ve que alguien sí ha aprendido de los errores cometidos en las pasadas autonómicas, cuando la llamada confluencia apuró tanto los plazos de negociación que, además de llegar tarde al registro, no tuvo tiempo material para presentar en sociedad a su candidata.

Y un añadido más de ese subtitular: «(La coalición) abre la puerta a la integración de los morados en pie de igualdad con el resto». ¡Uy lo que ha dicho! ¡Igualdad! ¡Foh! Qué recuerdos de Orwell y su 'Rebelión en la granja', cuando escribió aquello de que «todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros».

Antes de las pasadas municipales del 2019, hablando con gente de Unidas Podemos, abrigaban la posibilidad de alcanzar 5 concejales. Si en 2015 y por separado habían cosechado 4 concejales; juntos… terminaron por sumar 3.

Se le echó mucha culpa de aquel fracaso al voto inútil desperdigado en otras candidaturas de izquierdas. Las que ahora han llegado a un acuerdo entre sí, a la chita callando, sin alharacas ni aspavientos. Pero sin Podemos. De momento. ¿Por qué será?

No voy a entrar en las razones, pero hay mucha, mucha gente progresista que no vota a Podemos, lisa y llanamente. Que no puede votar a los morados. Es superior a sus fuerzas. Aviso a navegantes, a la hora de sacar la calculadora para hacer la cuenta de la vieja. Si algo hemos aprendido en Granada es que 2+2 no tienen por qué ser necesariamente 4.

Lo que sería de agradecer es que, solas o en compañía de otros, las izquierdas a la izquierda del PSOE aclaren si se integrarán en un hipotético gobierno municipal de Paco Cuenca, llegado el caso. En el gobierno, ojo. Para pringarse y tomar decisiones. O si su objetivo es permanecer en la oposición, sea por la situación procesal del candidato socialista o por cualquier otra razón.