La subida del Salario Mínimo Interprofesional ha hecho visible una obviedad. Es el Gobierno en su conjunto el que finalmente decide, pero las tensiones previas ... entre los dos sectores que forman la coalición no pueden faltar. En este caso, la guerra de nervios ha sido protagonizadas en primera persona por las vicepresidentas Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos, y Yolanda Díaz, ministra de Trabajo. La intención de resolver cuanto antes expresada por Yolanda Diaz se ha visto frenada por la prudencia de Nadia Calviño. Así ocurrió de nuevo este pasado jueves, cuando saltó la noticia de un acuerdo a punto de firma entre el Gobierno y los sindicatos, para una subida de 15 euros al mes, con el tajante rechazo de los empresarios, que mostraron de inmediato su disgusto.
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Lo cierto es que el tira y afloja entre las dos vicepresidentas no ha sido ninguna sorpresa. Cada una de ellas aporta bagajes significativos que enriquecen el debate en el Gobierno. Nadia Calviño, con un rigor económico inquebrantable fruto de su larga experiencia en Bruselas, y Yolanda Díaz, heredera de la tradición sindicalista de Comisiones Obreras, tenían que discrepar. Pero ninguna de las dos ha trasladado posiciones agrias al debate público, como podría haber hecho Pablo Iglesias de haber continuado al frente de la vicepresidencia del Ejecutivo.
La principal señal de alerta la dio la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, cuando dijo a principios de la semana que la pelota estaba en el tejado «de la parte mayoritaria del Gobierno». Sin duda, aunque así haya sido y la representante de Podemos pueda arrogarse la victoria en este tema, Nadia Calviño tiene claro desde el inicio que forma parte del ADN de la coalición la ausencia de unanimidades y más aún en una cuestión tan crucial como la de los salarios.
Se supone que, tras la subida de este año, el incremento alcanzará en enero de 2021 los 1.000 euros y a 1.060 en el primer mes de 2023. La fecha de aplicación ha sido otro motivo de discordia. Desde septiembre, que era el deseo expresado por Díaz, mientras Calviño consideraba más adecuado que el aumento se aplicara a partir de octubre. Con esta subida, España se sitúa en el octavo país con el SMI más alto entre los 21 países de la Unión Europea que ya cuentan con esta herramienta. Mientras no ha llegado la decisión final, han estado en vilo a millares de familias, mujeres y jóvenes, pendientes de mejorar su situación precaria. No ha de extrañar, por tanto, que el Partido Socialista haya crecido en intención de voto, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
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