Carta a los Reyes Magos para Granada

Primero. Quiero ver un Ayuntamiento donde todos los concejales, con su alcaldesa al frente, remen en la misma dirección, y trabajen en el mismo equipo, por el bien de Granada. Eso es posible, queridos Reyes, si se encuentra un lugar de trabajo común, el Consejo Social del Ayuntamiento de Granada; yo lo hice cuando fui su presidente y no soy Rey ni Mago, vosotros lo tendréis más fácil, así que cuando salgáis al balcón municipal el día 5 de enero, además de juguetes, sembrad esperanzas. Con el debido respeto majestades, ese sería el primer regalo que os pido para el año 2025.

Segundo. Os sugiero que nos enviéis un equipo de trabajo eficaz para conseguir que Granada sea nominada Capital Europea de la Cultura 2031 y que, no sé cómo, consigáis los medios financieros necesarios, para que el trabajo a desarrollar sea eficiente.

Tercero. Mi tercera petición es más difícil todavía y quizás necesitéis la ayuda de nuestro Patrón San Cecilio. El día 2 de febrero, día de San Cecilio, se premian a las personas que han sido puntales de nuestra ciudad. Y mi petición es que la ciudad las siga honrando toda su vida; en nuestra ciudad olvidamos con mucha facilidad el servicio prestado por sus próceres.

Cuarto. Esta petición es más difícil todavía, que convenzáis al Gobierno de la nación para que diseñe un plan de choque que saque a Granada de su postración, por ello os pido Majestades que Granada deje de estar aislada por tierra, mar y aire.

Cuando iba al Colegio me dijeron, Majestades, que pidiéramos juguetes instructivos, también me enseñaron que la línea más corta entre dos puntos es la línea recta, por ello os pido que el granadino pueda ir a Madrid en ferrocarril de Granada a Madrid en línea recta y no dando más vueltas que el mulo en una noria.

Quinto. El granadino tiene la desgracia de aguantar a muchos notables y tontos ilustrados en el seno de su sociedad. Otras provincias tienen la suerte de que surjan en su seno grandes hombres que arrastran a sus paisanos a tareas sublimes; tienen también su dosis de tontos ilustrados, pero estos no son tan dañinos para su ciudad o, al menos, sus ciudadanos son capaces de neutralizarlos.

Por ello, Majestades, el regalo que os pido es que hagáis unos ciudadanos con sentido crítico, que sepan distinguir a un demagogo de un líder, que no se aborreguen. Y en esta tarea deberían ayudaros nuestros medios de comunicación social, especialmente, el periódico IDEAL de Granada.

Sexto. Majestades, esta petición es más alambicada. Veréis, Granada tiene uno de los monumentos más visitados del mundo, la Alhambra, y patrimonio monumental de primera magnitud y una riqueza pictórica que duerme el sueño de los justos en escondidos almacenes.

Alguien dijo, que los monumentos que recaudan ayuden a la conservación y me parece bien, siempre que no se desnude a un santo para vestir a otro. Perdonad, Majestades. la irreverencia.

Por ello, os pido como regalo especial una sede, que las hay, para un Museo Arqueológico; también me conformaría con la ampliación del actual, no quiero que dilapidéis vuestros tesoros.

Igualmente, necesitaríamos un edificio para museo pictórico. ¡Hay demasiados cuadros en Granada durmiendo el sueño de los justos!

Del mismo modo, necesitaríamos encontrar un lugar para palacio de la ópera, pues el que había se lo van a dar a Justicia. Seguimos en esta ciudad, Majestades, desnudando santos para vestir a otros.

Séptimo. No quiero abusar, Majestades, pero a Granada le robaron la posibilidad de tener una estación de Ferrocarril de primera. El Gobierno de turno nos ilusionó con un proyecto en el que, aprovechando un exceso de terrenos propiedad de Renfe en Granada, podíamos dignificar la entrada del futuro AVE a Granada, incluso, Majestades, se habló de un diseño para esa estación creado por un insigne arquitecto, Moneo. Y vimos el dibujo y, majestades, nos ilusionamos.

Y esa es mi petición a vuestras majestades: quiero la estación de Moneo, que vaya acompañada por un AVE de verdad, no por una avecilla de vuelo bajo.

Octavo. Ahora viene lo gordo, Majestades. Una ciudad de la provincia de Granada, Motril. Ciudad importante, que llegó a ser por tres días República Independiente; pues bien, los motrileños tiene un lamento y una queja dirigida a su hijo más insigne, Javier de Burgos. Con profundo sentimiento se lamentan y dicen: Javierico, ¿por qué no nos pusiste en Málaga? Y es que este buen señor dibujó el mapa provincial de España y Motril se quedó en la provincia de Granada, para su desgracia, o al menos eso dicen los motrileños.

Mi petición, majestades, es que nos traigáis el ferrocarril Granada-Puerto de Motril, pues, además de ser el puerto más cercano a Madrid, es el único gran puerto sin conexión ferroviaria. Yo me conformo con un tren de mercancías, que es baratito y económicamente viables. Espero que piensen lo mismo sus Majestades.

Noveno. No quiero dejar en el tintero una petición, Majestades. Esta un poco más difícil, pero para eso sois magos. Que no deis inteligencia para conseguir que las conexiones a otros países europeos, que ya teníamos, vuelvan.

Con todo mi cariño e ilusión me asomaré a la terraza de mi casa para que me hagáis saber si lo que os pido es posible y mi tierra tenga el futuro que se merece.

Con todo mi cariño.