Europa en la crisis sanitaria
Tribuna ·
En esta grave crisis sanitaria la UE viene actuando con la mayor eficacia. A pesar de que tiene competencias muy limitadas en el ámbito de la salud y de los sistemas sanitarios, en poder de los gobiernos nacionales y autonómicosEl Día de Europa (9 de mayo), es la fecha aniversario de la histórica declaración de Schuman. En un discurso pronunciado en París en 1950, ... el ministro francés de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, expuso su idea de una nueva forma de cooperación política en Europa que hiciera impensable una nueva guerra entre las naciones europeas. Se celebra también la paz y la unidad del continente europeo.
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Justo un año después se firmó el tratado por el que se creaba la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que ya incorporaba las instituciones revolucionarias de la democracia europea supranacional.
Sin embargo, no se puede dejar de recordar que dicha acción, no surgió de la nada. En el periodo de entre guerras, y después de terminada la II Guerra Mundial, las organizaciones europeístas venían trabajando para evitar las guerras en Europa, mediante la creación de los Estados Unidos de Europa. Ya en 1948, consiguieron organizar el llamado Congreso de Europa, celebrado en La Haya, los días 7-11 mayo.
El Congreso de Europa, presidido por Winston Churchill, asistieron 800 delegados. Los participantes recomendaron la creación de una asamblea deliberativa y un consejo, que se encargaran de preparar la integración política y económica de los países europeos. También aconsejaron la aprobación de una carta de los derechos humanos y la creación de un tribunal de justicia, para garantizar el respeto a dicha carta. Todo lo esencial quedó dicho. Faltaban las iniciativas de los gobiernos para hacer realidad las propuestas.
Así surgió el Consejo de Europa, creado por el Tratado de Londres, el 5 de mayo de 1949. Diez estados participaron en su fundación. España se convirtió en el décimo noveno miembro de la organización, el 24 de noviembre de 1977. Aunque supuso un paso institucional básico hacia la unidad de Europa, sin embargo sus estructuras de cooperación entre estados le hacían poco eficaz. Se necesitaba crear instituciones supranacionales de carácter federalista.
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Es lo que intentó la declaración de Robert Schuman y la creación del tratado del carbón y del acero. Que, dados sus objetivos limitados, se necesitaba un paso más ambicioso, que es lo que se consiguió con la creación de la Comunidad Económica Europea, en 1959, por el Tratado de Roma. A partir de esa fecha la evolución de la CEE, a través de diversos tratados ha ido perfeccionando sus instituciones y sus políticas, siendo la historia de un éxito excepcional, bajo el punto de vista político, económico, social y de cooperación mundial. Hoy el Tratado de Lisboa es la gran Constitución europea, que garantiza paz y crecimiento a más de 500 millones de personas que disfrutan del estatuto de ciudadanos de la UE, con una carta de derechos fundamentales que supone una garantía excepcional para todas las personas.
Este año, la UE y sus ciudadanos se están enfrentando a un desafío sanitario, de unas consecuencias trágicas, a nivel mundial.
En esta grave crisis sanitaria la UE viene actuando con la mayor eficacia. A pesar de que tiene competencias muy limitadas en el ámbito de la salud y de los sistemas sanitarios. Las competencias siguen en manos de los gobiernos nacionales y comunidades autónomas. De ahí algunos de los descontroles producidos, que se deben más a las responsabilidades de los gobiernos que a la UE.
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Las instituciones de la UE, desde el primer momento que se tiene noticia de la propagación del virus de la pandemia, actuaron en sus responsabilidades de alerta e actuación temprana. Hay que recordar que ya el 9 de enero de 2020 se abre una notificación de alerta en el Sistema de Alerta Precoz y Respuesta, donde los estados miembros comparten desde entonces información sobre las medidas de respuesta y comunicación. El Gobierno de España no reaccionó hasta el mes de marzo.
Desde entonces, la Comisión Europea coordina una respuesta europea común a la pandemia de coronavirus. Se está actuando para reforzar los sistemas de salud pública y mitigar el impacto socioeconómico en la Unión Europea. Se han movilizado todos los medios para ayudar a los estados miembros en la coordinación de sus respuestas nacionales y está proporcionando información objetiva sobre la propagación del virus y los esfuerzos eficaces para contenerla.
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En el Día de Europa 2020, las instituciones de la UE rindieron homenaje a los muchos europeos que contribuyen a que la Unión supere la crisis del coronavirus.
Unas vacunas seguras y eficaces es la mejor baza para derrotar al coronavirus y volver a llevar una vida normal.
La Comisión Europea ha estado trabajando para garantizar la disponibilidad de dosis de vacunas potenciales para todos. Las críticas expresadas por algunos han sido tendenciosas y nada fundamentadas. En Europa, la pandemia de la covid-19 se ha visto acompañada de una oleada de informaciones falsas y engañosas, por eso los medios pueden ayudar a la lucha contra la desinformación.
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Para completar esta ambiciosa actuación, la UE ha organizado la Cumbre Mundial de la Salud, que se celebrará en Roma el 21 de mayo de 2021. Los dirigentes del G-20, los directores de organizaciones internacionales y los representantes de organizaciones sanitarias, acordarán principios para una cooperación más estrecha que eviten futuras crisis sanitarias mundiales.
Y, en esta lucha implacable contra el coronavirus, la Comisión Europea ha puesto en marcha un importantísimo plan de recuperación económica de la UE, para contribuir a la reparación de los daños económicos y sociales ocasionados por la pandemia, activar la recuperación europea, proteger el empleo y crear nuevos puestos de trabajo.
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Un total aproximado de 1,8 billones de euros situará a Europa en el camino hacia una recuperación sostenible. Este inmenso fondo, a pesar que la Comisión europea intentará controlar su aplicación, los gobiernos nacionales y las comunidades autónomas, en el caso de España, tienen una gran responsabilidad, para que no se despilfarre y se utilicen para fines ideológicos de partido. Todos los ciudadanos deben seguir muy de cerca estas inversiones y ser críticos con sus gobiernos y partidos.
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