Entre España y Francia

La Carrera ·

Rafael Civantos

Viernes, 14 de octubre 2022, 00:25

Esta semana aprovechando que el miércoles era la fiesta del Pilar, Día de la Hispanidad, he podido cumplir con unos de mis mayores sueños y ... deseos, que desde hace muchos años tenia en mi mente, sobre todo cuando veía las hermosas imágenes del Tour de Francia a su paso por los Pirineos. Macizo montañoso que actúa de frontera entre nuestro país y el vecino de Francia, que la vez hace de istmo para la unión de la Península Ibérica, con el resto del continente europeo, y teniendo entre ambos países números pasos fronterizos, que ahora sólo nos damos cuenta por aparecen los carteles de uno otro país.

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Como ya digo hace muchos años que por mi cabeza andaba rondando una visita por esa zona, y gracias a la gentileza y amabilidad de un familiar mío, aunque retirado en los genes, pero no en el afecto y el cariño, que posee una casa en Aragnouet-Fabian, he podido visitar la zona en la parte francesa de los Pirineos, cerca del paso fronterizo del túnel de Bielsa, a tiro de piedra de la parte española, que cuando transitaba por ella para llegar hasta este túnel, ya me parecía maravillosa, con unas vistas que se quedarán guardadas en mi retina para el resto de mis días.

Tras la correspondiente espera en la entrada del túnel de Bielsa-Aragnouet, cuando el semáforo se puso en verde, me dispongo a recorrer los casi cuatro kilómetros, que separan una boca del túnel de otra y por lo tanto separan España de Francia, aunque la frontera física se encontraba hacia mitad del túnel, pero uno toma conciencia cuando sale de él y empieza a ver los letreros y señales rotulados en francés. Y como no podía ser de otra forma a la salida de este famoso túnel estaba mi prima Mari y su marido Alan, esperando para servir de guías hasta su casa.

Si ya las vistas eran impresionantes en la parte Española, en la parte francesa, no dejaban de ser menos, llegando a pueblos tan pequeños como inimaginables, que le hacen a uno trasladarse a las míticas imágenes de esta zona suele ver en televisión, cuando ve reportajes de los deportes de invierno, o en la propia retransmisión del Tour cuando discurre cada año por los Pirineos, no pensando ni en mis mejores sueños que yo podría estar una de esas míticas cumbres, en las que grandes ciclistas como Marco Pantani, Alberto Contador o nuestro querido Miguel Indurain, nos han dando numerosas tardes de gloria subidos en sus bicicletas, para pasar esos durísimos puertos, que ya en el coche lo parece, cuando menos en el sillín de una bicicleta.

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Pero sorprende y mucho cuando en un pequeñísimo pueblo en lo todo lo alto de la montaña, te encuentras un vehículo con matricula Española y te dice su propietario que lleva algo más de una década viviendo allí y que mucha de la gente mayor que por allí habita tiene raíces españolas, puesto que sus antepasados, muchos de ellos, provienen de la parte española de los Pirineos.

No conocía la zona y esta es la primera vez que la he podido visitar, pero seguro que no será la última, y estaré encantado en poder volver a pasear por Aragnouet o Sant Lary, o tal vez esperar en algunos de los puertos de montaña, para ver pasar cualquier edición del Tour de Francia.

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