Tecnología segura

La inteligencia artificial está llamada a protagonizar avances revolucionarios e impredecibles en la sanidad, la industria o la educación. Será, por tanto, un motor del ... progreso. Pero un uso inadecuado de sus potencialidades, de las que apenas se conoce una parte, puede implicar una grave amenaza para los derechos fundamentales e incluso para el orden democrático, lo que aconseja una regulación que hagan compatibles la innovación y la seguridad en su empleo. Veintiocho países –entre ellos, Estados Unidos, China, varios socios de la UE y Reino Unido– se comprometieron ayer a cooperar para conocer mejor y prevenir sus riesgos, entre los que figuran, junto a temores catastrofistas de rebelión de esta tecnología contra sus creadores humanos, otros ya patentes como el desarrollo de la desinformación a gran escala o la desaparición masiva de puestos de trabajo. La declaración conjunta firmada tras la primera cumbre global en la materia es deliberadamente genérica y puede prestarse a interpretaciones dispares. Sin embargo, tiene el valor de que señala una amplia coincidencia en la necesidad de diseñar los límites de un terreno de juego que es esencial para el futuro de la humanidad.