La inminente salida a Bolsa de la compañía de cosmética y lujo Puig parece anunciar una ebullición del mercado bursátil nacional tras un largo periodo ... de sequía. En los últimos catorce meses sólo se ha producido un estreno en la Bolsa española que, a raíz de la pandemia, atraviesa una preocupante atonía. Un importante grupo de empresas de diferentes sectores llevan meses preparando su OPV con necesidad ya apremiante de salir a cotizar. El clima de la economía nacional parece invitar a los candidatos a dar el paso, ayudado por el mantenimiento de los tipos de interés en rangos elevados que dificultan la financiación bancaria. El mercado está ávido de nuevas empresas que aporten vitalidad a un parqué que en los últimos años no ha dejado de menguar. En 2017 el número de cotizadas en el mercado continuo era de 134 y actualmente no pasa de 120. La decisión de debutar en Bolsa, sin embargo, se enfrenta a un panorama complejo. Por un lado existe un positivo clima de estabilidad en los mercados, pero en el otro lado de la balanza está la inestabilidad geopolítica y la apuesta de los inversores preferentemente por valores muy ligados a un tipo de negocio muy concreto de tecnología, inteligencia artificial o transición energética.
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