El 10 de noviembre de 2019 se celebraron las segundas elecciones de aquel año, después de que los resultados de las de abril no permitieran ... formar gobierno. La legislatura, con el primer ejecutivo de coalición de la democracia, sustentado en 155 escaños, acaba de sobrepasar su teórico ecuador. Dos años condicionados por el coronavirus y en los que Pedro Sánchez, pese a las diferencias constantes con sus socios de Unidas Podemos y también con quienes facilitaron su investidura, ha sabido sacar provecho de su 'manual de resistencia' para desdecirse si la ocasión lo requería con tal de ganar tiempo y avanzar. Si bien el coronavirus ha marcado la agenda social, y también económica, la gran decisión política desde la llegada de Sánchez a Moncloa ha sido el indulto a los líderes del 'procés', una decisión controvertida y acompañada del cuestionamiento por parte de Sánchez de que el Tribunal Supremo había practicado una justicia revanchista y vengativa contra los impulsores del referéndum ilegal del 1-O. Aquello desencalló la mesa de diálogo con el Govern catalán en la que el Gobierno tiene depositadas todas las esperanzas de reconducir el conflicto catalán. Está por ver el desenlace, pero de momento Moncloa ya ha recibido el respaldo de ERC a los nuevos Presupuestos, con los que prácticamente se garantiza agotar la legislatura.
Publicidad
La segunda mitad ha de ser la de la reconstrucción, que habrá de conducirse, por imperativo europeo, al ritmo de una intensa modernización, en especial de la Seguridad Social y del sistema de relaciones laborales. Bruselas, a la hora de allegar los fondos gratuitos que han sido instrumentados, quiere asegurarse de la sostenibilidad de las pensiones y de que el mercado laboral dual, con un exceso de trabajadores temporales y precarios, será dotado de las herramientas necesarias para su normalización. En ambas materias, Sánchez no tendrá fácil conciliar las peticiones de Bruselas con las exigencias de su socio de coalición y de los apoyos externos que lo sostienen. Se inicia esta fase cuesta arriba, con un crecimiento económico muy por debajo de las perspectivas y una inflación disparada. Del éxito o el fracaso de esta recuperación, que habría de lograrse gracias a las inversiones en los sectores recomendados por Bruselas –descarbonización, digitalización, formación– dependerá el desenlace electoral de la legislatura, ya en 2023.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión