Lluvia, fútbol, carnaval y otras hierbas
«Si los meteorólogos no se equivocan, que tampoco sería raro tratándose de Almería, lloverá durante toda la semana»
Decía un amigo hace unos días en un grupo de WhatsApp que «la lluvia es el oro del cielo». No le faltaba razón, mucho más ... en una tierra tan seca como la nuestra. Las precipitaciones vienen acompañándonos desde el pasado 28 de febrero, así que podríamos decir que está siendo una celebración del Día de Andalucía por todo lo alto. Lo mejor de todo, crucemos los dedos, es que la lluvia no ha provocado daños, ni desgracias que lamentar. Como diríamos aquí «ha caído un agua muy bonica». Así se empapa el terreno y se reponen acuíferos, pantanos y balsas. Aunque tenemos tanta necesidad que siempre nos sabe a poco.
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Prepárese porque viene más agua. Si los meteorólogos no se equivocan, que tampoco sería raro tratándose de Almería, lloverá durante toda la semana. Hasta la tarde del viernes. En caso de cumplirse las previsiones sumaríamos dos semanas completas de precipitaciones. Todo un lujo para la provincia.
Dice el refranero popular que «Dios aprieta, pero no ahoga». Desde luego hay cosas que sólo las arregla el cielo. No sé si hará falta intervención divina, pero lo que no funciona es el Almería. El equipo rojiblanco es incapaz de sumar de tres en tres ¡Qué digo! Hasta empatar se nos pone cuesta arriba.
En Navidad estábamos debatiendo sobre el precio que tendrían los abonos la temporada que viene, de vuelta a la primera división. La competición y los rivales han devuelto al equipo de Rubi a su sitio, a la vida real. De ser líderes, hemos pasado a la séptima plaza, a tres puntos de los puestos de promoción y a seis del ascenso directo. Ya lo sé, la distancia no es imposible. Esta misma temporada arrancamos fatal y después el equipo se fue enderezado.
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Lo peor no son sólo los resultados, es la mala dinámica, que también se ve reflejada en el juego y en la falta de acierto en el área rival. Nos cuesta trabajo marcar goles y en cambio los rivales nos castigan con relativa facilidad ¿Tiene arreglo el equipo? ¿Siguen intactas las posibilidades de ascender? ¿Nos tendremos que conformar con mantener la categoría?
Ya ve que el fútbol, como la vida, es un carnaval. Este año ha estado pasado por agua, lo que le faltaba a una fiesta que unos pocos viven mucha intensidad en Almería y de la que la mayoría se olvida. Poco disfraz y poca fiesta en torno a don Carnal. El año que vjene pruebe a ponerse una careta, echarse por encima una sábana de fantasma o colocarse una simple nariz de payaso y pasárselo bien, que la vida va de eso, de divertirse y ser feliz.
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Lo que aquí gusta es la Semana Santa. Cada vez más. Esta tradición ha sabido atraer a los jóvenes y también extender sus actividades más allá del Domingo de Ramos y el de Resurrección. Las hermandades y cofradías han hecho un gran trabajo que mantiene viva la llama todo el año.
Mejor que llueva ahora lo que tenga que llover, para que el cielo deje en paz a esta familia durante su semana grande, porque, como dice también el refranero «nunca llueve a gusto de todos». Ya sólo faltan treinta y dos días para el Viernes de Dolores.
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