Uno de los ambigús instalados en el centro de Almería.
Puerta Purchena

Toda la feria por delante

«Bienvenida sea la crítica constructiva, porque hay mucho que mejorar, pero no perdamos de vista que si queremos que algo sea atractivo hay que hablar bien de eso»

David Baños

Periodista

Domingo, 18 de agosto 2024, 23:14

EYa está aquí el lunes de feria en Almería. Con su horario reducido, el calor propio de agosto al sur del sur, la batalla de ... flores y la recepción del Club de Marketing de Almería en la caseta de El Trinquete-Los Cabales ¡El día promete! La feria es eso, momentos, quedadas, familia, amigos, … Da igual el día, la hora o el sitio que elijas. Lo importante son las ganas y la compañía.

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No es tiempo de debates, ni polémicas sobre si la feria va bien o mal, mejor o peor, es hora de disfrutarla, cada uno a su manera. Ya habrá tiempo después de poner los puntos sobre la íes si es necesario. Ahora no perdamos la oportunidad de pasarlo bien en el recinto de la noche, en el centro o en el bar de nuestro barrio. La feria tiene farolillos, iluminación extraordinaria y hasta fuegos artificiales, pero no tiene puertas, ni tampoco límites, dentro de un orden social y el respeto a los demás, claro está.

Ir de feria es disfrutar de la música con el Cooltural y tomarse una caña en el Puga después del pregón de la patrona; es comprar artesanía en La Rambla y también llevarse el peluche de moda de la tómbola; comerse un bocadillo de morcilla en el Salinas y beberse un vino dulce con el barquillo como pajita; dar vueltas y vueltas en la noria o mancharse los labios con un chocolate con churros, después de amanecer bailando en una caseta.

Hay tantas ferias como almerienses y ganas de pasarlo bien. La feria es lo que cada uno queremos que sea. A unos les va más la marcha y a otros menos. Habrá quien tenga la cartera más llena o más vacía. Seremos más familiares o más solitarios. Nos gustará más montarnos en los cacharricos o tomárnoslos bien fresquitos. El caso es que estos días no pasen desapercibidos, que nos dejen algún rato especial. Porque la feria sigue siendo eso, un tiempo especial.

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Es cierto que desde que la feria se trasladó a la vega, hace ahora 14 años, se perdieron casetas y otras cosas. También se ganó en orden, limpieza y desaparecieron muchas molestias para los vecinos. Tampoco podemos olvidar que ahora entramos y salimos más, disfrutamos todo el año y hasta es habitual que visitemos otras ferias. No es peor, ni mejor, es la feria que toca y la que hacemos entre todos.

A la Feria de Almería, como a ninguna otra, le sienta bien ese derrotismo constante que subraya que la feria de la noche está muerta y la del mediodía se la están cargando. Bienvenida sea la crítica constructiva, porque hay mucho que mejorar, pero no perdamos de vista que si queremos que algo sea atractivo hay que hablar bien de eso. Nadie quiere ir donde no van los demás y donde uno no se divierte ¿Conocen el chiste del caballo viejo? Pues de eso se trata.

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No me esperen por el recinto todas las noches, pero tendré mis ratos y mis momentos para vivir nuestra feria. Sin renunciar a disfrutar de Enix, donde el verano es más fresco y sabe a ajoblanco bien espeso, a caracoles en salsa, asadura, conejo frito con ajos o solomillo al laurel. Por algo es el pueblo con más bares por habitante de toda España.

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