La consejera Del Pozo 'catea' matemáticas

Escuchando a Patricia del Pozo parece que no hay miserias, que nuestro mundo es perfecto y maravilloso, pero no es así. Pese al 'happyflowerceo' de la consejera hay mucho que hacer aún para poder asegurar que en nuestra provincia y gracias a la Junta de Andalucía se da un servicio educativo pleno. Donde no hay absurdez posible es en lo tangible, lo contable. En este sentido, siento mucho comunicar que la consejera no sabe sumar, pero nada. Según dijo, en Almería hay 60 aulas prefabricadas, ocho menos que hace cuatro años, aseveró.

Según Del Pozo, cuando comenzaron a gobernar en Andalucía (asumiendo la cartera de Educación Ciudadanos) en la provincia se mantenían 68 aulas prefabricadas y, ahora, 'sólo' hay 60. En primer lugar, no entiendo de qué se congratula cuando está reconociendo que en casi 5 años tan sólo han eliminado 8 –un ritmo trepidante, sin lugar a dudas– y, de otro lado, difiere mucho de las cifras que anteriormente ha dado la Delegación de Educación.

En un comunicado, remitido a los medios después de que el PSOE denunciara la existencia aún de 120 aulas prefabricadas (más que cuando ellos gobernaban y el doble de lo que reconoce la Junta del PP que hay), el delegado de Educación decía que «el pasado curso se retiraron 31 módulos en 16 centros educativos». Alguien miente en el PP, y mucho. Si se hubieran retirado 31 módulos suponiendo que había 68 prefabricadas, actualmente quedarían tan sólo 37; cifra muy diferente a las 60 que, según la consejera, se mantienen en pie aunque ella, personalmente, no ha visitado ninguna de ellas porque cuando ha venido ha sido para pasar de puntillas por el conservatorio.

Tampoco ha debido acercarse la consejera –por inacción o por ignorancia– al colegio de Educación Especial Princesa Sofía donde los 126 alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales más severas que el resto de los 5.000 y pico que estudian en colegios públicos de la provincia, no tienen médico cuando, por norma, lo deben tener. Pero no es la primera vez que esto sucede. Al finalizar la época de pandemia y al iniciar las clases también faltó el facultativo que debe atender a estas criaturas. Ahora, tan sólo tienen a una enfermera; una para 126 con patologías diversas y circunstancias especiales. Pero todo esto a la consejera «enamorada» de Almería no le parece importante como para ocuparse y tampoco le han querido molestar con estas triviales cuestiones desde la delegación provincial, claro que no si, total, ¿es que es asunto suyo?

Una madre afectada comentaba a los medios en la puerta del Princesa Sofía que, como enfermera, no querría ponerse en la piel de la enfermera del centro que está sola con 126 menores. «Mi hijo tiene una traqueostomía, ¿y si tiene que atenderle al mismo tiempo que un niño está sufriendo una crisis?, ¿a quién atendería?». Son dos urgencias para una persona. Matemáticas, señora consejera.