El campo en la ciudad

Todavía perduran algunos de aquellos primeros debidos a la crisis y siguen activos, cosecha tras cosecha, gracias a la afición huertana de muchos habitantes de la ciudad, que no la dejaron apagarse. Otros cambiaron de manos, o de sistema de organización, algunos se han profesionalizado y se han adherido a los cultivos ecológicos. De todas maneras, es difícil saber dónde se ubican los que están funcionando, pues el asunto no requiere demasiados permisos, ni burocracias complicadas, salvo que estén claras las condiciones administrativas para ello. ¿Quién va a rechazar una propuesta de convertir una parcela agreste y descuidada en un pequeño parque donde se cultivan frutales, hortalizas, flores?

El concejal del grupo de Podemos en el ayuntamiento capitalino, Francisco Puentedura, quiere dar un impulso a esta actividad y ha propuesto que los solares municipales que están en desuso o abandonados por muchos motivos se puedan destinar a esta actividad lúdica voluntariosa. En este caso, el Ayuntamiento sería responsable de la gestión de estos espacios, convertidos en huertas y se pondría al frente de una actividad que daría vida a muchas personas que aman las tareas de cuidado de las huertas y jardines.

De esta manera se pueden conseguir muchos beneficios para la ciudad y sus habitantes: por una parte, acabar con focos insalubres y peligrosos, con riesgo de acumular basuras o de incendiarse sus malas hierbas, por una parte y aumentar los espacios verdes por otra. Sin olvidar los beneficios que produce este 'trabajo' que se hace por amor al arte, con el premio añadido de saborear las frutas y hortalizas con los sabores de siempre, o flores perfumadas.

Además, el edil plantea que el Ayuntamiento sea más proactivo con los solares privados que están descuidados por sus propietarios, sin vallar, abandonados como consecuencias de la crisis que todavía colea. Con frecuencia suelen ser los vecinos los que denuncian el mal estado de esos solares con sus consiguientes peligros. Opta por un mayor cuidado o de vigilancia por parte municipal y en caso de falta de respuesta de los propietarios, que el Ayuntamiento ejecute las reformas necesarias y cobre los gastos a los dueños negligentes. Se calcula que son cien los solares que están en esta situación.

Estas propuestas son las que pueden aportar soluciones para los problemas que afectan a una ciudad y a la vida de sus habitantes.