El fruto de la empanada

Generosidad en acción

Lunes, 15 de septiembre 2025, 23:15

Ningún acto de generosidad motivado por la compasión, por muy pequeño que sea, se desperdicia jamás. Algún día todos nos iremos de este mundo, pero ... todo el bien que hayamos causado quedará para siempre en alguna parte. Generosidad y compasión son inseparables, como siamesas que nacen de la capacidad para sentir el dolor ajeno como si fuera propio y el deseo de ayudar a remediarlo o al menos aliviarlo. La compasión va más allá de la empatía, una palabra de significado profundo que se ha vuelto imprecisa y confusa, porque se confunde con bondad y porque por su uso y abuso se está convirtiendo en algo banal: se puede tener empatía por alguien y no mover un dedo para ayudarlo. La compasión, por el contrario, implica actuar para suavizar el sufrimiento de esa persona. En otras palabras, no es un sólo un sentimiento, sino una motivación que tiene un significado profundamente moral y activo.

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Así lo entiende la Fundación Color y Café de Granada, un precioso nombre para una misión de humanidad compartida en West Pokot, una aldea de Kenia azotada por la sequía y la carencia, que es otra forma de sequía aún más devastadora. ¿Hay mayor pobreza que un lugar donde los niños no saben lo que es un juguete? Ana Sánchez Montoro, la presidenta de este extraordinario proyecto, parece haber leído muchas veces este texto de 'La insoportable levedad del ser', de Milan Kundera: «Porque no hay nada más pesado que la compasión. Ni siquiera el propio dolor pesa tanto como el dolor que uno siente con alguien, para alguien, un dolor intensificado por la imaginación y prolongado por cien ecos». Es lo que refleja su manera de hablar de las bellas y humildes almas que componen las familias de West Pokot, palabras que son recogidas en el emotivo reportaje que el gran José E. Cabrero publicó el pasado domingo en IDEAL.

La Fundación Color y Café de Granada no tiene ninguna ayuda institucional, algo escandaloso viendo la cantidad de fundaciones y asociaciones intrascendentes que reciben ayudas millonarias. Todo lo que se dona a esta aldea es fruto del apoyo y la solidaridad de la gente, o sea, de la capacidad de sentir el dolor de estas familias keniatas como si vivieran puerta con puerta. El próximo día 19 de septiembre, esta fundación organiza en el Teatro CajaGranada una función donde se interpretarán fragmentos del Siglo de Oro español. Lo que se recaude irá destinado una buena causa, la mejor causa: seguir allanando el camino hacia un mundo justo. Dicen que el amor y la solidaridad son el padre y la madre de una sonrisa en West Pokot.

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