Mucha che

De buenas letras ·

Antonio Carvajal

De la Academia de Buenas Letras de Granada

Miércoles, 12 de julio 2023, 22:24

«Sea Dios loado, q~ ya en Castilla, i en mi patria (si dijera mejor madrasta) Sevilla, se an levantado injenios nacidos i cultivados en ... ella, q~ van poniendo los ombros en sus escritos, contra la tropa de las impropiedades q~ se nos ivan introduciendo» (perdón, no sé mecanografiar la ~ sobre la q). Así escribía Mateo Alemán, autor de 'Guzmán de Alfarache', lleno de fervor por su lengua viva, en su secularmente silenciada 'Ortografía Castellana', publicada en México en 1609, sólo estudiada (que me conste) y reeditada en dicho país por el venerable patriota español exiliado don Tomás Navarro Tomás, de quien tan devoto soy. Se muestra partidario el autor de la palabra dicha antes que de la escritura, como quien sea capaz de leerme, vencido el rechazo que los dogmas escriturales le provoquen, podrá comprobar repasando la cita del comienzo. Era tiempo en que las universidades vomitaban latinistas pedantes y las imprentas imponían normas poco respetuosas que corregían a Cerbantes y profanaban a Cristo achechándolo con pecado griego. Achechar: escribir con ch lo que se pronuncia con k u otros sonidos similares confusos por falta de atención. Pues bien, nuestra joven y bastante culta Academia de Buenas Letras de Granada ha decidido, quizá al aire de la Academia Mexicana de la Lengua, pasarse la reforma ortográfica de 2010 por las partes que se merece y cobrar el asiento ch para quien merezca ocuparlo. Y si Alemán clama contra los vicios gráficos de su tiempo, qué diremos de los de ahora en que al dogmatismo irracional se une la irracionalidad mecánica. En efecto, se suprime la ch del alfabeto so pretexto de que es un dígrafo; tal desconsideración con quienes escribimos con lápiz o pluma y dibujamos la ch con trazo continuo no es sino la prueba palpable de la sumisión a intereses ajenos y enemigos de la cultura y carentes de una ñinga de cerebro; recuérdese cuando nuestra amada ñ no se encontraba en los teclados y nos deseábamos feliz ano nuevo. Nótese que en autografía tan dígrafos son la eñe como la jota y cuantas letras requieren tildes, pues no hay manera de poner los puntos sobre las íes sino tras alzar la mano. Así que propuso Mateo Alemán los monógrafos Ɔ para la Ch y ɔ cuando minúscula.

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Ɔilló el desprecio mas no lo a ɔiɔ arró la inquisición.

A don Antonio Ɔiɔarro Ɔamorro encomiendo mi defensa.

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