Marruecos, nuestro vecino

«El problema es que el Gobierno de España es incapaz de establecer, en sus relaciones con Marruecos, un 'statu quo' coherente, definido, dispuesto a mantenerlo con firmeza y eso es lo que posibilita que cualquier dirigente político marroquí pueda actuar o declarar contra los intereses del pueblo español sin que reciba una adecuada respuesta»

Andrés García Lorca

Catedrático de Universidad en el Área de Análisis Geográfico y Regional

Sábado, 15 de abril 2023, 21:29

Hoy domingo alcanzaré a llegar a las dunas de Mezourga en el Sahara, un recorrido que me va a permitir conocer un poco más a ... nuestro vecino geográfico, aunque reconozco que su conocimiento es una misión imposible, pese haberlo visitado, estudiado y analizado en distintos momentos y con distintos objetivos, a la vez que he tratado de mantener viejas amistades con ciudadanos marroquís, ya sea como compañeros, alumnos o cargos institucionales y de lo que he aprendido mucho en orden a valorar múltiples aspectos de su realidad geográfica, histórica o sociológica. No obstante, es un país que estando tan cercano sigue siendo bastante desconocido para mí y para muchos españoles.

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Nuestra vecindad nos obliga a no ignorarlo, podemos estar con Marruecos o contra Marruecos, pero no sin Marruecos, dados los lazos históricos, geográficos o antropológicos que existen entre ambos pueblos pues, pese a las diferencias culturales o sociológicas que nos separan, hay muchos factores comunes a tener en cuenta y que son necesarios conocer para poder detectarlos. De hecho, en España, se conoce muy poco la historia de estos territorios norteafricanos, es como si hubieran aparecido en el final del S XIX.; aunque sobre la Historia de España se sabe cada vez menos en nuestro propio país.

Es cierto que la pervivencia del islam y sus formas de interpretación, han supuesto un cierto atavismo en sus bases culturales y de relación social, aunque tiene que ser superadas para abrir otras posibilidades a la integración social y económica, no obstante, la realidad de un poblamiento joven en el país y la influencia de los procesos migratorios están acelerando una trasformación socioeconómica de profundo alcance. Unido a ello, la explosión de la enseñanza superior es una realidad cada vez más determinante, miles de jóvenes marroquíes estudian, investigan y salen al extranjero para ampliar estudios con buenos resultados. Unido a ello el fenómeno de la globalización económica y el sistema de alianzas establecido configuran una base de oportunidad muy significativa para Marruecos.

Recientes acontecimientos han evidenciado una cierta confusión entre la sociedad española derivados de la política bilateral entre España y Marruecos, unido a las actuaciones estratégicas de la política exterior marroquí. El ciudadano español ha quedado perplejo ante los conflictos diplomáticos entre los dos países, generándose un sentimiento de frustración y resentimiento por las formas y actitudes por parte de Marruecos antes las crisis habidas, toda vez que España ha aparecido humillada o cuanto menos ignorada; lo cual es cierto, pero es por ineptitud e incapacidad del Gobierno de España para desarrollar una política exterior coherente unida a una pérdida de respeto y confianza a nivel internacional.

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Insisto, el problema es que el Gobierno de España es incapaz de establecer, en sus relaciones con Marruecos, un «statu quo» coherente, definido, dispuesto a mantenerlo con firmeza y eso es lo que posibilita que cualquier dirigente político marroquí pueda actuar o declara contra los intereses del pueblo español sin que reciba una adecuada respuesta. España debe y puede mantener una buena política de vecindad y cooperación dentro del respeto a la realidad política, social y territorial de ambos países, lo que no implica prescindir de la inteligencia para comprender y actuar en el marco de las relaciones geopolíticas en el que se mueven ambas naciones.

Solo cuando el Gobierno de España deje de enredar y desestabilizar la política interior del Estado, podrá alzar la vista a la política exterior y recomenzar su estrategia con Marruecos.

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