La participación el pasado 23J fue del 70,40% de los españoles. IDEAL
Donde Agitan las Palabras

Explícito lenguaje

Alfredo Ybarra

Martes, 25 de julio 2023, 22:44

Estaremos de acuerdo en que los resultados de las elecciones generales del pasado domingo han deparado un panorama en absoluto, casi, previsto en los sondeos, ... salvo los del CIS. Isabel Coixet, antes del 23J en una entrevista explicaba que admiraba el temple de Sánchez para maniobrar. Decía que hubiera sido un gran piloto de Fórmula 1 o una anguila. También, creo, fue Pablo Iglesias, el que asimilaba a Pedro Sánchez con el mundo de la Fórmula 1 al comparar algunas de sus actuaciones con el 'undercut', la maniobra de anticipar la parada en boxes y consiguiente cambio de neumáticos y obligar a reaccionar a los rivales directos.

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Algo así ha sido el movimiento de convocar elecciones generales tras el fracaso socialista del 28M, que ha resultado acertado para las expectativas progresistas. Y al hilo de todo esto, en un coloquio de amigos, como vencejillos que despejan y ensanchan las palabras que el instante aparcan, parafraseando de algún modo unos versos del profesor y escritor Antonio Piedra, hablábamos de la deriva que ha tomado en los últimos tiempos la elocuencia de las élites políticas. Y a la vista está todo ese chicharreo alevoso y soez que se ha gastado por algunos en la campaña electoral.

Lejos está nuestra política de los grandes oradores elocuentes como Lincoln, Churchill, Azaña o Roosevelt. El nivel de calidad de la oratoria actual es manifiestamente mejorable. Y es que la política es reflejo de la sociedad donde el analfabetismo funcional y la mentecatez campan por sus fueros. Alcalá Zamora señalaba que hablar bien es tarea que exige mucho esfuerzo, mucha formación y tener presente la retórica clásica; además de poseer cualidades. Pérez Galdós, maestro de la palabra escrita era prácticamente incapaz de hablar en público. Era de una timidez absoluta. Las cortes de Cádiz de 1812 fueron el origen de la oratoria contemporánea. Allí se creó el ámbito propicio para el contraste de opiniones, para el debate de razonamientos enfrentados. El que fuera presidente de la República Española entre 1931 y 1936 en su 'La Oratoria Española. Figuras y rasgos' (Editorial Atalaya, 1946) ofrece unas acotaciones de los mejores oradores que clasificaba en dos grupos: con contenidos, sobrios, como Cánovas y los desbordantes, hiperbólicos, como Castelar.

Si Práxedes Mateo Sagasta apareciera hoy en el paraninfo de la política, en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, ¿qué impresión se llevaría? Me temo que Sagasta, una de las más interesantes y brillantes personalidades de la vida social y política del siglo XIX, sentiría vergüenza ajena por la deslavazada y empantanada elocuencia de una mayoría de sus señorías, por la falta del ingenio que a él le caracterizaba y por la verborrea patrañera que a menudo se manifiesta en algunos destacados políticos. En la película Bienvenido Mr. Chance, de Hal Hashby, un jardinero apocado que sólo sabe hablar de flores y plantas llega a ser asesor económico de la Casa Blanca precisamente por no saber construir ni una subordinada y por parlotear de forma increíblemente vaga. Lejos nos quedan nombres como Salustiano Olózaga, Cánovas, Cristino Martos, Pi y Margall, Salmerón, Donoso Cortés, Canalejas, Vázquez de Mella, Echegaray, Moret, Maura, Ramón Nocedal, Melquiades Álvarez o Azaña, que subrayaba Nicolás Zamora.

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La resolución final de estas pasadas elecciones se baraja en estos días. De momento pidamos que la próxima legislatura nos traiga y devuelva unos políticos más preparados y comedidos en el decir y como Pessoa escribió, que la esencia de un gran artista es ser explícito.

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