Navidad en Granada
Todos a una en Guadahortuna por NavidadLos vecinos del pueblo decoran el pueblo con adornos de lana, gomaespuma y plástico ante las deficiencias económicas del Ayuntamiento
Antonia señala los pocos rincones de Guadahortuna que quedan sin decorar e indica a sus vecinas donde pueden poner algún adorno más. «En esos callejones, ... aunque sean estrechos, podemos poner algunos ángeles», dice la mujer. Observa cada uno de los rincones de su pueblo y habla con orgullo acerca del trabajo que ella y otras tantas vecinas de la asociación de mujeres han hecho para que se pueblo luzca de la manera más bonita posible.
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Las calles de Guadahortuna hacen que uno se traslade a un cuento navideño. No hay casa que no tenga en su fachada algún elemento de decoración. Duendes, renos, luces o muñecos de Papa Noel trepan por las ventanas o dan la bienvenida en las entradas. La alegría y la emoción que contagian sus protagonistas se extiende en el ambiente. La incapacidad económica del Ayuntamiento de comprar adornos, lejos de ser una traba en el camino, ha hecho que sus vecinas trabajen más unidas que nunca y elaboren ellas mismas un sinfín de objetos que hacen que Guadahortuna luzca de ensueño.
«Esto es lo que tenemos, no podíamos venirnos abajo», dice Rafaela, la presidenta de la asociación. Decenas de mujeres del pueblo se reúnen dos días a la semana desde hace meses para tejer distintas figuras. Calcetines y ángeles de croché se suman a mantillas de distintos colores que cuelgan sobre los balcones de sus viviendas, incluso de las deshabitadas. «No nos hemos olvidado de ningún rincón», cuenta. A la calle Real, en la que se ubica el Ayuntamiento, le siguen otras tantas, pero también la plaza de la iglesia del pueblo, donde luce su joya de la corona. Un gran árbol que las vecinas han elaborado y que prevén aumentar de tamaño el año que viene. La imaginación unida a la maña de sus habitantes ha hecho que consigan producirlo con bolsas de plástico.
Día a día
La iniciativa les llena de orgullo, pero también de nostalgia al recordar todas las tardes que han pasado elaborando cada uno de los adornos. A las charlas y las risas se han unido las confesiones y también alguna que otra traza de café cargada de anís. Las reuniones para confeccionar los adornos se han convertido en una rutina más de su Navidad. El trabajo lo han hecho en equipo, como una cadena, pero todas ellas han colaborado en aportar ideas que han obtenido de tutoriales. Las que no sabían tejer, se han encargado de los adornos de papel o, en el caso de Josefina, le ha servido para aprender. «No quería perderme la oportunidad de formar parte de esta gran familia», dice acerca de un entorno que ha nacido y crecido en el seno de la asociación y en el que también han participado habitantes temporales de la localidad.
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Los habitantes temporales también han colaborado y han mandado los adornos al pueblo
Los vecinos de dos calles concretas del pueblo se han sumado a la iniciativa y han decorado ellos mismos sus calles. Hasta doce alambres cuelgan con figuras de campanas, calcetines o pinos improvisados con cartulina. «Nos hemos puesto manos a la obra para darle color e ilusión al barrio», expresan. No hay nada que impida a los vecinos de Guadahortuna que su pueblo viva una Navidad de película.
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