En el corazón de la fábrica de hojaldrinas más famosas de España

Productos Mata lleva endulzando la Navidad durante más de cien años. A finales del siglo XIX, la tienda de ultramarinos de la familia pasó a ser un obrador de confitería. Bajo el liderazgo de Leandro Mata y su esposa María Burgos, y más adelante de su nieto Carlos Mata Úbeda, la firma situada entonces en la calle Llana de Alcaudete se especializó en la producción de dulces navideños. Más de un siglo después, la hojaldrina es la joya de la corona de una de las empresas referencia a nivel nacional del sector alimentario.

Alrededor de cincuenta personas se encargan de la elaboración de este dulce de cara a la Navidad desde verano en la fábrica de Productos Mata, junto al instituto de enseñanza secundaria del municipio. Se trata de un pastelillo de hojaldre hecho con harina, vino, ralladura de naranja, manteca de cerdo y azúcar glas. Cada día se elaboran unas 200.000 piezas. En total, unos 8.000 kilos diarios de hojaldrinas. «Estamos en las fechas clave de nuestra producción. Distribuimos la hojaldrina por toda Andalucía, España y algunos países de Europa», revela Patricio Gutiérrez, responsable de calidad de Productos Mata, a IDEAL.

Gaditano de nacimiento pero alcaudetense de adopción, Patricio actúa como el alcaide del fuerte de los Mata. Se encarga de garantizar que todos los procesos se lleven a cabo de la manera más eficiente posible. También supervisa el cumplimiento de las medidas de higiene por parte de todo el personal. Todo un líder entre toneladas de masa y sofisticada maquinaria. «En Productos Mata nos preocupamos mucho por el control de todos los pasos en la elaboración de la hojaldrina, así como del resto de dulces. Se dice que como las hojaldrinas de Mata, no hay ninguna. Eso es gracias a la implicación de todos los trabajadores, que conocen su labor a la perfección y la llevan a cabo de una forma impoluta», cuenta.

La nave de mantecados de Productos Mata se compone de diferentes secciones. La mezcladora de masa, la cortadora, el horno, la 'emborrizadora'… Toda una cadena de producción compuesta por distintas máquinas y una mano de obra formada específicamente para lograr un nivel excelente de calidad. Pilar Expósito comprueba que el corte de la hojaldrina sea limpio y adecuado. Lleva más de quince años en la fábrica. Junto a sus compañeras, Pilar guarda un cariño especial a la empresa.

«En mi casa no falta un plato con dulces Mata. Además, aquí somos casi todas de Alcaudete o de otros pueblos de la zona. Es un orgullo trabajar en su elaboración», indica. En su familia hay una gran tradición de mantecados, pues sus padres la precedieron trabajando en la misma nave. «Todos coincidimos en que la esencia de las hojaldrinas Mata está en su sabor. Una vez que las pruebas, las identificas y las diferencias del resto, que no están igual».

Mari Carmen Mantas refrenda sus palabras antes del empaquetado de los dulces. 36 años en Productos Mata parecen ser suficientes para comprender la clave del éxito. «La calidad de los ingredientes es la razón de su fama. No hay otra hojaldrina igual. Tanto el producto clásico, con relleno, recubierto de cacao… La gente del pueblo nos reconoce por nuestro trabajo. Saben que, gracias a Productos Mata, toda España conoce Alcaudete. Eso es un orgullo para todos los que nos dedicamos a esto», comenta Mari Carmen.

Al lado del centro de operaciones de los Mata, varias mesas desayunan en el Restaurante Hidalgo. Tras el mostrador se hallan la cafetera, la máquina registradora y una caja de hojaldrinas. Esta se percibe con tan solo acceder al local. «¡Qué ricas están! Que no nos falten nunca», espeta la clientela. La mejor forma de acompañar el café en Alcaudete y en toda España esta Navidad gracias a la receta de la familia Mata. Setenta años después, sigue bajo llave. Y los que quedan.