Obligan a un hombre y a su hijo a abandonar el cine por una botella de agua
El padre entró en la sala con ella tras haberla adquirido en el mismo centro comercial, y al negarse a tirarla y comprar otra, los miembros de seguridad de la empresa gestora del cine llamaron a dos agentes de la Policía Nacional.
ideal.es
Sábado, 22 de agosto 2015, 12:10
Surrealista es -cuando menos- la historia que nos presenta el diario gallego 'La Región', de Ourense, al hacerse eco de la expulsión de un hombre, ... y de su hijo, de una sala de cines de uno de los centros comerciales de la localidad, Ponte Vella, por llevar una botella de agua.
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Al parecer, el hombre había adquirido ésta en el mismo centro comercial, mientras hacía tiempo con su hijo para entrar a ver con él la película de 'Los Minions', para la cuál ya había comprado entradas.
Al intentar ingresar en la sala de cine, los vigilantes de seguridad de la empresa gestora de éstos le pidieron que tirase la botella, a lo que el hombre se negó, al considerarlo ilegal e injusto, ya que le estaban obligando a comprar otra dentro.
Aún así, Javier Carballo, que así se llama este padre de 39 años, llegó a entrar con su pequeño hasta la sala, donde una vez más tuvo que lidiar con otro miembro de seguridad: "De repente, se paró la proyección y volví a repetir que no me iría del cine. Supongo que lo harían con la intención de que el resto de espectadores se opusiesen a mi decisión, pero no lo consiguieron, porque todos los presentes me apoyaron" -asegura.
Sin embargo, al cosa no quedó ahí, ya que la seguridad del cine decidió llamar a dos agentes de la Policía Nacional, que se personaron allí: "Me pareció excesivo. Como no quería montar un numerito delante de mi hijo y del resto de asistentes, salí a hablar con ellos. Les pregunté si era legal lo que estaban haciendo o si estaban incurriendo en una ilegalidad, pero no me contestaron" -añade.
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Al final, se vio obligados tirar la botella, pero ni siquiera así pudo volver a entrar en la sala: "No dudé en poner una reclamación", dice Javier, quien aseguró que su decisión fue secundada por hasta seis espectadores más, ya que "al final la película empezó media hora tarde".
Por ahora no existen declaraciones de los responsables de la sala de cines, Galicine, situada en el centro comercial Ponte Vella de Ourense.
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